El Monopoly y las obras caritativas, el altruismo y el cálculo de intereses egoístas, los nuevos ricos —altos ejecutivos con remuneraciones estratosféricas— y los nuevos pobres "los asalariados", el mundo multipolar sin fronteras y el renacimiento de las pulsiones nacionalistas, la nueva China que reproduce desigualdades dickensianas y las consecuencias paradójicas de la política del «hijo único» la crisis del euro y las medidas de austeridad, los avances en biología y genética y la nueva servidumbre digital, las subprime y la lógica mercantil aplicada a la sanidad y la educación, las crisis de pareja y el despido, parecería imposible abarcar categorías tan dispersas, diversas y contradictorias en un discurso coherente que pretenda dar cuenta del mundo actual. Y sin embargo, Daniel Cohen lo consigue, y no lo hace como una mera enumeración de anécdotas curiosas sino con una intención explícita: repensar el mundo para volverlo inteligible y replantearse las relaciones económicas en un marco que recupere aspiraciones humanas tan básicas y complejas como la felicidad.