«Gritos» es un poemario gutural, mordaz, intempestivo y agreste. No busca conciliar con el lector, no da tregua y pretende convertirse en una declaración de sentidos, especialmente de aquellos que se han ido. Es fruto además de una experiencia en particular: la permanencia en prisión del autor. Juan Cristóbal, seudónimo literario de José Pardo del Arco, es el último poeta revolucionario peruano aun vigente, perteneciente a la generación de Javier Heraud. Su trayectoria se debate entre su militancia política y la calidad de sus versos. A los veinte y tres años estuvo involucrado activamente en el apoyo a las guerrillas que aparecieron en el Perú en 1965, por lo que tuvo que purgar una condena. «Gritos» es el resultado de ese confinamiento. En esta edición se incorpora por primera vez, después de casi 50 años, el prólogo que escribió el psiquiatra peruano Segisfredo Luza para este libro. Ambos, tanto Juan Cristóbal como Segisfredo Luza, compartieron un mismo destino durante un momento, aunque por distintos motivos.