Resumen

Una historia cargada de sensibilidad en la que vamos siendo partícipes de las experiencias por las que van pasando los personajes y con las que, aunque ellos no quieran, van conformando sus caracteres y sus actitudes ante la vida. Con parecida riqueza de vocabulario y, a la vez que sencilla, con la fluida prosa que descubrimos en Navaja, José María Rodríguez nos introduce en el rico mundo de los sentimientos de la mano de tres personajes que intercambian afectos y fobias cuando el mal que los cerca, de alguna manera los sobrepasa. En momentos de apertura y libertad viven cada uno a su manera pero cuando la sinrazón y la opresión aparecen, aprenden a amar, a sentir y, en definitiva, a vivir de manera discreta. Amistad con mayúsculas que perdura a pesar de los diferentes avatares políticos y sociales que van encuadrando y marcando sus vidas. El terror indiscriminado puede doblegar los cuerpos, pero el espíritu de las personas revela con una fuerza inusitada.