La construcción en continuo movimiento de nuestra mirada nos lleva de la mano a la coetánea construcción de la memoria. La relación entre el yo y el tiempo sólo puede formularse desde un estado atemporal, detenido, abrazando la quietud, donde nos recostamos para contemplar el horizonte de lo que no se puede expresar con el sentido que otorga tanto peso a las palabras. María Isabel Luque propone este "encuentro con el tiempo" desde una temporalidad distinta y creadora, de la cual brota el espacio poético. Los juegos de la identidad y sus contradicciones quedan suspendidos en lo que María Zambrano vino a definir como "razón poética": un centro creador donde espacio y tiempo configuran un ámbito de libertad y autoconciencia, revelación, autosanación, autoexpresión y empoderamiento."El tiempo tras las horas" es un poemario que ahonda en las paradojas espaciotemporales de los múltiples planos de lo que somos y de cómo nos proyectamos en nuestra realidad. Se propone como una obra que trata sobre el tiempo, que reflexiona sobre él y lo convierte en un motivo de relación con la poesía. La inquietud por la caducidad de la existencia, lo que queda de nosotros, lo que permanece y la alteridad que pervive en nuestros deseos y anhelos convierten a este libro en una de las formulaciones más radicales del tema que junto al amor ha sido la mayor fuente de inspiración para todos los seres humanos.