Nagasaki, Agosto de 1945. Kazuo, un muchacho occidental afincado en Japón, y Junko, la bella hija de una diseñadora de arreglos florales, han acordado encontrarse en una colina para sellar su amor adolescente con un haiku que esconde un secreto sobre su relación. Minutos antes de que llegue la hora de la cita, la bomba atómica convierte la ciudad en el peor de los infiernos.
Tokio, Agosto de 2010. Emilian Zäch, un arquitecto suizo cuya vida se está desmoronando, asesor de Naciones Unidas y defensor de la energía nuclear, conoce a una galerista de arte japonesa obsesionada con encontrar al antiguo amor de un antepasado. A través de estas dos historias paralelas y de su sorprendente unión final, Andrés Pascual teje una emotiva trama sobre la importancia de asimilar las tragedias del pasado para enfrentar los retos del presente y escribir nuestro propio destino.
El haiku de las palabras perdidas” plantea una premisa tan atractiva como desconocida: ¿qué sucedió en el instante, en las horas, en los días posteriores a la explosión de la bomba atómica en Nagasaki? Después de la tragedia de Fukushima, la polémica sobre el uso de la energía nuclear se ha reavivado. La novela huye del maniqueísmo y presenta a dos de sus protagonistas enfrentados: cada uno representa los pros y los contras de este tema.