La China legendaria de la primera dinastía y la Italia del Renacimiento son los escenarios en los que Laura y Altarriba sitúan estas dos historias de alto contenido erótico. Lujos, refinamientos y conspiraciones cortesanas se mezclan en unas intrigas atravesadas por el brillo, siempre lunar, y los zarpazos, siempre desgarradores, del gato del deseo. Palacios de jade, lagos de seda, cuadros que se confunden con espejos y otras muchas maravillas sirven de marco a venganzas envenenadas, búsquedas imposibles y, por supuesto, amores extremos. Laura y Altarriba van aquí mucho más lejos que en AMORES LOCOS, su anterior colaboración, tanto por la fuerza de los guiones como por el atractivo de las imágenes.