Novela densa de una lectura difícil por la gran cantidad de información desplegada, sobre todo en cuanto a nombres de personajes que van saliendo en el libro. Me ha interesado sobre todo la exposición que hace la autora de la evolución de los bosques en Norteamérica a la llegada del hombre blanco y como la explotación de los mismos repercute en el medio ambiente y en sus primigenios habitantes. Todo ello a través de dos personajes primarios y su posterior descendencia. Saga interesante con una crítica desesperada a la destrucción de nuestro hábitat.

Esta extensísima novela recorre más de tres siglos de historia en los cuales el bosque infinito primigenio que cubría el Nuevo Mundo se ha convertido, por la acción destructuva del hombre, en finito. Basada en dos sagas familiarices formadas a partir de dos emigrantes franceses en Nueva Francia (Canadá), los cientos de páginas simultánean la historia de unos, madereros, y otros, leñadores. Se hace difícil seguir el hilo de tantos personajes. También se alarga demasiado la defensa ecológica hasta perder fuerza por hacer la lectura farragosa y aburrida. Personalmente, hubiese preferido una historia más corta en el tiempo y en el número de páginas.