Ben sospecha de sus nuevos vecinos: la desagradable Mrs Bagshott, que parece haberse adueñado de su casa y de la voluntad de su padre mientras su madre está ausente, y también de su escurridizo hijo Boneless Bob. Por este motivo, Ben se refugia en su gato Iggy, y un día, mientras se divierte tirándole bolas de papel de periódico, descubre por casualidad, al recoger uno de esos recortes arrugados, que su Horrible Tío Aleister ha escapado de prisión gracias a la ayuda de Grizelda y un monstruoso dinosaurio. Ben decide que debe volver a Eidolon para avisar a su madre y le encarga a Ellie que cuide de la pequeña Alice. Sin embargo, un desafortunado accidente agrava aún más la situación: el camino para acceder a Eidolon ha sido destruido y ahora Ben y Iggy deben buscar una ruta alternativa que les lleve a Infinity Beach...