Las dictaduras de Hitler y Stalin fueron los dos regímenes más letales de la historia y los protagonistas de la guerra más devastadora que ha conocido la humanidad. A pesar de los múltiples paralelismos y semejanzas que se han establecido entre nacionalsocialismo y comunismo –el culto enfermizo al líder, las promesas de un futuro utópico, el terror como arma política o la absoluta negación de las libertades y derechos individuales–, el historiador Richard Overy analiza las indudables diferencias entre los dos sistemas, como el énfasis que Hitler puso en el nacionalismo y Stalin en la lucha proletaria contra la burguesía. Más de cincuenta años después de la muerte de ambos dictadores, la sombra perversa que proyectaron sigue planteando inquietantes preguntas: ¿por qué tantos ciudadanos les dieron su apoyo durante tanto tiempo?, ¿qué vínculos se establecieron entre la masa y el líder?, ¿hemos aprendido lo suficiente como para no cometer los mismos errores? Tras analizar el contexto europeo donde emergieron ambos totalitarismos, Overy investiga los diversos aparatos de propaganda, la extensión del odio al disidente, la creación de una política cultural y educativa al servicio del régimen, y termina centrándose en la preparación de la guerra y en sus fatales consecuencias.