Isabelle había ido a Mónaco a pesar sus vacaciones, pero el atractivo Jean-Luc prometía arruinar su estancia allí. Después de su desastroso matrimonio, la joven no tenía ninguna intención de involucrarse con un hombre. Sin embargo, Jean-Luc estaba decidido a que Isabelle compartiera su cama... y volviera a confiar de nuevo en el amor.