En esta nueva entrega de la saga, descubriremos el corrupto y cruel mundo en el que ha sido encerrado Stefan. Desde el momento en el que se adentran en esta otra dimensión, el libro va ganando agilidad y las aventuras se suceden unas a otras, mientras conocemos más aspectos de Damon y de su pasado. También seremos testigos de cómo va avanzando su relación con Elena. Es un libro con más acción que el anterior y los escenarios, pese a tratarse de un mundo alternativo (otra dimensión) son más fáciles de imaginar que los de la quinta entrega.

Libro de saga de vampiros, muy entretenida, que engancha y no puedes dejar de leer. Lo recomiendo, aunque reconozco que la serie está mucho mejor, la serie tiene más imaginación aún que el libro. La única pega es que los libros son muy cortos, me gustaría que fueran algo más extensos.

Debo reconocer que los primeros capítulos de este libro fueron bastante tediosos, ya que se alargan y alargan con los pensamiento contradictorios de la protagonista: y si voy, y si no voy, y si me quedo, y si no me quedo, etc., etc. Estuve a punto de abandonar la lectura, pero en honor de los primeros libros de esta saga, le di una segunda oportunidad y, la verdad, mejoró bastante. A diferencia de “Damon: El retorno”, en que se mezclaban poderes sobrenaturales y situaciones sin mucho cuidado, aquí hay un hilo conductor bien definido que sustenta la historia, con la que casi, casi, hacia el final, se alcanza aquella lectura trepidante a la que L.J. Smith nos había acostumbrado y, por supuesto, con una invitación obligada para el próximo libro.

Es muy llevadero, te deja con muchas ganas de leer el próximo. No tiene tantas cosas fuera de lo normal como el anterior o quizás es porque ya nos acostumbramos a ellas, el libro se centra mucho en un Damon sin ser manipulado y en su relación con Elena , donde muestran la química que hay entre ellos, y muestran otra faceta de Damon.