Resumen

En estas comedias las constantes son la sorna, la ridiculización de la soledad humana y de las muchas maneras como esta soledad busca salidas extrañas y alucinantes. Así vemos personajes que se dejan acompañar por las voces de fantasmas... por prostitutas disfrazadas de amigas o viceversa... o por mujeres instantáneas que se venden enlatadas. La única verdad en torno a todos ellos es que viven una profunda necesidad de compañia, y buscan obtenerla a costa de lo que sea. Como dijera uno de los protagonistas: "¡Es bonito sentirse querido, aunque sea de a mentiras!" Y por mala o enferma que pueda parecer esta verdad, el autor tiene la saludable capacidad de arrancarnos fuertes carcajadas.