La vida de Carlos de Foucauld se puede definir como una experiencia increíble: vividor disoluto de joven, su inquietud le llevó a probar la vida militar, que no logró satisfacerle. La búsqueda incansable de su propio lugar en el mundo hizo que se aventurara a explorar Marruecos, a vivir la pobreza más absoluta en Tierra Santa, a hacerse monje en un monasterio trapense en Oriente Próximo, y a internarse, por fin, en la profundidad infinita del desierto argelino. Mediante un género biográfico particular, el autor quiere contagiarnos la sed de Absoluto de Carlos de Foucauld. Para ello no duda en desmenuzar con rigor científico los cambios y múltiples contradicciones de su vida, eludiendo el riesgo de desnaturalizar o desvirtuar la profunda enseñanza que nos transmite, con la intención de entregarnos sin más el mensaje central de una vida e invitándonos a descubrir la atractiva personalidad de Carlos de Foucauld.