Una fumada de tres pares de narices

Sexo y drogas pero nada de contenido interesante.

Todo un viaje brutal sin sentimientos. Los personajes están encerrados en un laberinto abrupto, surrealista y carente de afectos. Un juego fatal que para nada es divertido, y que conduce al masivo consumo de drogas, a traspasar todos los límites, y al sexo más explícito que pueda uno imaginarse. Muy cruda, ruda, humillante y denigrante. No soy escrupuloso, pero ciertas partes me parecieron demasiado escatológicas.

Una novela para llenarla de comparaciones con grandes clásicos como por ejemplo los de Borroughs, que aún evitando el tema sexual, podemos encontrar miles y miles de descripciones sobre drogas y sus variados estados de "colocón". Una decepción.

En mi opinión, se podría llamar "El libro de las drogas psicodélicas" o "Libro de orgías y drogas". Como se dice mas abajo es desagradable, pero creo que también bastante realista, en ningún momento idealiza ninguno de los hechos que se describen. A pesar de todo esto me parece una lectura diferente, y que en mi opinión no me arrepiento de haber hecho por eso mismo, además me ha logrado sorprender de alguna forma.

Novela corta contada en primera persona en la que el narrador, junto a su grupo de amigos, viven pasando los días entre drogas y orgías sexuales que celebran con los soldados americanos de la base militar en la que viven todos. Se puede decir que el libro tiene dos partes: la primera, caracterizada por la descripción sin tapujos de esas escenas, y la segunda, más introspectiva y con una serie de imágenes recurrentes que parecen remitir a un progresivo abandono del protagonista (¿de su estilo de vida? ¿De la vida en su totalidad?). Reconozco que no me gustan demasiado esas escenas explícitas, quizás porque en realidad carecen por completo de erotismo, sino que son, en su desapasionada descripción, una muestra más del vacío emocional de los personajes. Es en la segunda parte donde los personajes muestran más de sí mismos, y se vuelve una y otra vez a las reflexiones del narrador-protagonista. Realmente el libro está bien escrito, pero tampoco me ha entusiasmado, y me ha parecido muy pesimista, desolador.

Libro desagradable en su crudeza, buen retrato de una juventud sin objetivos más allá de la satisfacción de su placer más inmediato, aunque a mí me ha resultado bastante desagradable e incluso confuso en ciertos pasajes, en los que se recrea en la inmoralidad de la vida de la pandilla.

Un libro incómodo, explícito, sobre una pandilla de jóvenes que se vuelcan en el sexo y las drogas, sin más ambición ni intereses. Prostitución, orgías, violencia y todo tipo de drogas. Reflexiones oscuras sobre la apatía y la autodestrucción. Sobre el devenir de una vida marchita y sin esperanzas, dejarse llevar viviendo al límite y experimentando con el cuerpo sensaciones extremas. Un libro duro, escrito con crudeza, certeza y que pese a estar escrito a finales de los setenta hoy en día vuelve a estar de plena actualidad.

Un viaje salvaje a ninguna parte en una sociedad en la que el futuro es inalcanzable sin un embotamiento del intelecto,