La novela tiene de todo, romance, intriga, corrupción política, mucha acción y un ritmo realmente vertiginoso, con un escenario de fondo bastante atractivo y poco explotado como es el ambiente legislativo y del periodismo de investigación. ¿Dónde se cae? En el extremismo cliché de sus personajes. Los buenos son increíblemente buenos, abnegados y sacrificados, y lo malos son horriblemente malos, corruptos, sin escrúpulos e inmorales. No es difícil suponer, entonces, que la historia es absolutamente previsible; incluso, la única “sorpresa” que trae el desenlace ya la veía venir hacia la mitad del libro. Además, creo que esa "perfección" de los personajes principales influyó en que me costara un poco conectar con su relación. De todas maneras me mantuvo muy entretenida y con las ganas de seguir con los siguientes de la serie I-Team.
hace 8 años