Cuando Julián, finalmente se reúne con su amante en la habitación de un hotel, ésta le previene: Y ¿no habrá peligro para nosotros? Al fin y al cabo estamos haciendo la misma cosa por la que tu mujer ha sido condenada. La respuesta es la formulación completa del problema planteado por la novela: Pierde cuidado, las leyes son distintas para los hombres.