En esta sorprendente novela, Poniatowska dota de un carácter especial a su prosa con el uso de regionalismos y de expresiones del lenguaje popular mexicano, las que su protagonista, Jesusa Palancares, utiliza para narrarnos su historia, peculiar y de ningún modo aburrida. A través de su narración Jesusa nos lleva por la historia de México, en la que aparecen Emiliano Zapata y Pancho Villa, entre otras figuras ya históricas. En esta especie de monólogo, interior a ratos, en el que fluye libremente el pensamiento de la protagonista, la narración se hace intensa y la lectura ha de ser por fuerza lenta para comprender cada giro, cada expresión, propios de ese discurrir de una mujer de Oaxaca de extracción humilde. El encuentro de Jesusa con la religión, la espiritualidad y la reencarnación está tratado con mucha ironía y gran sentido del humor a pesar de la tragedia presente en su vida. En este sentido, la novela transmite los avatares de Jesusa como lo haría una novela picaresca en la que las aventuras y desventuras del pícaro provocan risa y compasión a un tiempo. Apasionante texto en lo trágico y lo cómico, representa un buen ejemplo del dominio del lenguaje de Poniatowska. Muy recomendable. (Elsa Veiga, 28 de julio de 2014)
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