Cuando pinté el último número, supe que había llegado la hora de la partida. Al final, he comprendido, casi sin esfuerzo, que la mar no acaba nunca de arrastrar las piedras de la playa. Con un lenguaje sencillo, ordenado e íntimo se desgranan los relatos de esta colección. El encuentro –o el desencuentro– del yo (protagonista) con el otro (antagonista), la dualidad, es el hilo conductor de cada historia.