En la ciudad de Ferrara, cuando la comunidad judía vive amenazada por el antisemitismo del gobierno fascista, los Finzi-Contini—una familia judía de abolengo—llevan una vida apartada en una lujosa villa, rodeada por un jardín majestuoso. Alberto y su hermana Micòl, los hijos de la familia, deciden invitar a algunos amigos a su casa, después de que a muchos de ellos los hayan expulsado del club de tenis de la ciudad. El protagonista de la historia, un joven judío de clase media, accede así a esta hermética comunidad—aparentemente inmune a las leyes raciales—, en cuyas reuniones convergen la política y la vida privada, y aflora el amor entre el muchacho y la joven Micòl. Sin embargo, el curso de la historia parece arrastrarlos hacia un destino funesto y abocarlos a precipitarse al abismo que se abre bajo sus pies. Pocas novelas italianas del siglo XX han ocupado un lugar tan especial en el corazón de los lectores como El jardín de los Finzi-Contini, una conmovedora historia que entrelaza la suerte individual y colectiva de Italia en los albores de la Segunda Guerra Mundial.