Rachel es una universitaria irlandesa que trabaja en una librería para pagarse la carrera. Allí conoce a un chico de su edad, James; no tardarán mucho en hacerse íntimos amigos y animarse a compartir un piso tan barato como destartalado. Ambos buscan abrirse camino en la Irlanda de la Gran Recesión mientras gestionan sus caóticas vidas: James está harto de que la gente piense que no quiere salir del armario y Rachel fantasea sin parar con el doctor Byrne, un profesor casado al que intenta seducir con un arriesgado plan de imprevisibles resultados. Con una mirada tan inteligente como cómica, Caroline O’Donoghue se adentra en las aspiraciones, locuras y torpezas de la juventud para construir una entrañable oda a la energía de los veinte años, a las amistades que forjamos entonces y que dejan una huella permanente. El factor Rachel captura como pocas novelas los placeres y los sinsabores de esta etapa, la intensidad de los primeros amores y el desconcierto en el que nos sume el paso a la edad adulta.