Un pequeño cuento que nos habla del amor a la tierra, a la naturaleza, a las palabras y a los libros. Porque cultivar plantas y árboles es un proceso lento y largo como el aprender y enseñar a leer, que a la larga da la satisfacción de haber prendido semillas que perdurarán durante muchísimo tiempo. Una historia muy cortita con unas ilustraciones realmente hermosas, un libro para disfrutar junto a un buen café y con la compañía de Joe, el protagonista, eterno amante de lo tradicional, lo clásico, lo natural y de la suave melodía de los pájaros, sorbo a sorbo terminaras tu café y con el la historia de Joe. Muy recomendable.
hace 6 años