Vuelve a encantarme como Wassmo describe las sensaciones, los lugares y los personajes. La última parte de la trilogía,continuación inmediata de la anterior , es una narración muy dura, con escenas muy explícitas y muy crueles , pero sin tremendismos, también hay mucha sensibilidad.El estilo de las dos anteriores, sencillo, poético casi metafórico… desaparece a partir de la mitad del libro y se entra en una especie de realismo mágico que a mí no me ha convencido, tampoco me parece lógica la evolución del personaje de Henrik y me ha desconcertado el final pero, aunque el primer libro es el que más me ha gustado, este también le recomiendo sin duda.
hace 5 años