Calificada su escritura con adjetivos como extrema, fronteriza, rompedora, radical, iconoclasta y, en ocasiones, hasta apocalíptica, la obra de Ferrer Lerín resulta tan difícil de definir como vibrante en cuanto a la libertad y aguda ironía que emana. Este Bestiario, nacido como resultado natural de un proyecto de tesis sobre los ornitónimos del Diccionario de Autoridades, a mediados de los setenta, no es ajeno a dicho espíritu creativo, como tampoco lo es en términos anecdóticos. La presente edición, encuadernada en tela, incluye una serie de ilustraciones de animales fantásticos.