»Me gusta el sexo. Y mucho. »También me gusta pensar que sólo hay tres formas de obtenerlo: la más común, quizá, sea tener un novio o marido que te satisfaga; la otra, obviamente, pagar por ello y, por último, ocuparse una misma del asunto. »Trabajo como relaciones públicas en una importante empresa de perfumería, y esto me da la independencia necesaria para hacer y deshacer a mi antojo y tener absoluta libertad para elegir a mis amantes. Quiero pasión, y no hay nada más eficaz para adormecerla que una relación estable. »Sin embargo, con Ian me pasó algo muy curioso: no conseguí olvidarlo, por lo que cuando nos reencontramos, las chispas entre ambos saltaron con más fuerza que nunca. Estoy convencida de que nuestro juego no ha hecho más que comenzar…»