Guy Delisle nos cuenta un año de su vida viviendo en Jerusalén tal y como fue, sin intención de denunciar ni de investigar, solo cuenta las cosas que ve y que le suceden. Así de la mano de Guy, con un ligero humor muy agradable, asistimos a una sucesión de anécdotas triviales, hacemos turismo y conocemos un montón de curiosidades sobre las diversas creencias religiosas que se practican en Israel. Se termina el cómic con la sensación de haber aprendido mucho, de entender mejor como se vive en una de las zonas mas conflictivas del planeta. Quedo con ganas de leer mas cómics de Delisle.
hace 8 años