Para evitar que el general Iván la fuerce a casarse por motivos políticos, el duque de Williamshire ha decidido traer a Londres a la princesa Alessandra, de quien es tutor legal. La bella y atrevida muchacha no tardará en cautivar a la alta sociedad londinense, pero Colin, el hijo menor del duque, parece inmune a sus encantos. Muy a su pesar, él será el encargado de protegerla y para ello deberá casarse con ella aunque no tenga la menor intención de tocarla… Sin embargo, las caricias vacilantes de ella y el primer beso que recibe de sus tiernos labios encenderán en el alma de Colin un fuego salvaje. Ahora sería capaz de renunciar a su propia vida antes que arriesgarse a perder a ese dulce y tempestuoso ángel.