He leído “Cáscara de nuez” de Ian McEwan un autor al que admiro por su magnífica prosa, su erudición, su buen discernimiento y su ácido humor británico. En este caso, se trata de una novela corta y original, entre el thriller y la crítica social, en la que el protagonista es un feto a punto de nacer, que desde su posición, un tanto incómoda en el vientre de su madre, es testigo y crítico de todo lo que pasa a su alrededor, que no es poco, y aunque en un principio nos produzca cierto recelo, el autor, con su maestría habitual logra que el protagonista, que aún no tiene nombre, nos sitúe perfectamente en la trama y además, desde un lugar privilegiado, aunque como espectadores como él, que se ve impotente al no poder intervenir en la conspiración que se está tramando a su alrededor. Y en medio de la intriga y el suspense, que nos envuelve como a él, nuestro pequeño protagonista divaga y reflexiona sobre el amor, la ambición, la vileza, el sexo, la poesía, el romanticismo, la religión, la política…En general, se plantea la vida que le espera y a la que está deseando llegar pronto, muy pronto. Una novela redonda y entretenida de uno de los grandes de la narrativa contemporánea
hace 2 años