CADA CUAL Y LO EXTRAÑO

CADA CUAL Y LO EXTRAÑO BENÍTEZ REYES, FELIPE

Portada de CADA CUAL Y LO EXTRAÑO
Nota media 7 Muy bueno 2 votos 1 críticas
  • Género Narrativa
  • Editorial DESTINO
  • Año de edición 2013
  • ISBN 9788423346554
  • ISBN digital 9788423346813
  • Idioma Español

Resumen

Estructurado como un «almanaque de historias» Benítez Reyes nos ofrece doce relatos, uno por cada mes del año: enero y los falsos magos de Oriente, febrero y las segundas rebajas -comerciales y sentimentales- en una infancia remota, marzo y unos carnavales tardíos, abril y el rumbo imprevisible de las fortunas, mayo y el frustrado examen de química de un lector de tebeos de superhéroes, junio y una noche simbólica de San Juan, julio y un crucero de deriva complicada por el Báltico, agosto y el amor adolescente en los cines, septiembre y una experiencia militar camuflada de experiencia intelectual, un octubre con malos presagios, noviembre y una función geriátrica del Tenorio, diciembre y una inoportuna cena de empresa. Historias que desplazan su eje al ámbito de la extrañeza intrínseca de la vida, a su lado cómico y sobrecogedor, con su cuota de ridiculez y de prodigio.

1 Críticas de los lectores

La última obra del roteño Felipe Benítez Reyes – ganador del premio Nadal en 2007 por “Mercado de espejismos” – está compuesta por doce relatos cortos. Como el propio autor indica en el subtítulo, se trata de un almanaque de historias, pues cada una de ellas está asociada a un mes. De enero a diciembre, el autor nos ofrece una serie de relatos con protagonistas y situaciones dispares que, asimismo, transmiten al lector sensaciones muy diferentes: de la nostalgia asociada a los recuerdos infantiles a las risas ante un crucero un tanto fallido.
Las historias de Felipe Benítez Reyes están marcadas por la cotidianidad, pero dotadas de un toque singular, y llenas de detalles que le dan vida. En conjunto, se trata de una obra corta formada por una serie de historias, la mayoría de las cuales se puede leer en un suspiro. Por ello, estas pequeñas dosis de ficción son ideales para leer en el autobús, pero también para saborearlas con tranquilidad en un buen sillón. (Ana Rayas)

hace 11 años