En un apartamento de Bruselas, frente a la parada del tranvía, hay una mujer que acaba de perder a su marido. No tiene apetito. Fuma en el baño. Sus hijas viven lejos. A menudo habla por teléfono. Hace tiempo, el amor de sus seres queridos le calentaba los huesos. Este es el monólogo crudo y dulce d...