Probablemente muchos (como yo) se adentran en el libro buscando el morbo de las ejecuciones por parte de Patrick Bateman, las cuales recién empiezan luego de las 200 páginas del libro. Los asesinatos de Bateman son muy gráficos, en especial la parte de la rata, pero no superan por ejemplo a Clive Barker. Si bien la obsesión de Bateman por las mejores marcas de ropa, accesorios y restaurantes entre otros son importantes para pintar el cuadro general de su personalidad llegan a ser cansinos pues esto se mantiene hasta el final de la narración. En la época en que se escribió el libro no había la facilidad de ahora de acceder a la música pero he leído el libro con las recomendaciones musicales de Bateman (Whitney Houston, Huey Lewis, etc) y me ha parecido sumamente interesante conjugar ambas experiencias. No me gustó el final aunque queda claro que todo es posible en la mente de un esquizofrenico como el protagonista.
hace 11 meses