Alma (1902), Caprichos (1905) y El mal poema (1909) trazan un buen itinerario para recorrer el período creativo más interesante de la obra poética de Manuel Machado (1874-1947). Pero también son un buen modo de observar la evolución lírica española de principios del siglo XX: desde la asimilación de los modelos europeos contemporáneos, su diálogo con las tradiciones líricas nacionales, la depuración de los rasgos decimonónicos, su perfil autóctono y personal, su frescura y sencillez, hasta su desencanto final.