Un perro de Alejandro Palomas es la continuación de “Una madre”. En el libro nos volvemos a encontrar con la incombustible Amalia y con sus hijos: Silvia, Emma y Fer. En este libro hay una gran ausencia. Una que se siente a lo largo de todo el libro y que marca el devenir de todos los personajes, en especial de Fer, al que le cuesta especialmente superar la falta. El libro empieza con un suceso trágico. Mientras esperan una llamada y por casualidades de la vida, los cuatro terminan reunidos en una cafetería para enfrentarse a lo que tenga que pasar. Y mientras esperan, nos cuentan lo que ha pasado en los últimos tres años. Amalia sigue igual de “loca”. Tiene mil y una ideas y parece que vive la vida sin pensar. Pero nada más lejos de la realidad… Ella lo ve todo, lo sabe todo y siempre tiene la palabra justa en el momento que más falta hace. Incluso a veces, con una mirada dice lo que sus hijos necesitan. Me han gustado muchísimas cosas del libro. El amor incondicional entre madre e hijos y entre hermanos, como se ayudan cuando hace falta, como entre todos lidian con las brillantes ocurrencias de Amalia y también esas ausencias que de algún modo siguen muy presentes en sus vidas. Quisiera destacar el amor que el autor siente por los animales. Un perro es de los pocos libros que he leído que trata el tema de la pérdida de una mascota. Para mucha gente no supone nada “¡Bah! Es un perro / gato, coges otro y ya está”. Pero no son jarrones reemplazables. Son parte de tu familia y su pérdida duele tanto como la de un ser humano. Han compartido años de tu vida, te han dado todo el amor del mundo a cambio de un poco del tuyo y su pérdida duele. Tanto que la herida nunca termina de curarse. La historia es una historia de las que dejan huella y conmueven el alma. Te hace pensar en tu propia familia, en tus mascotas y en cómo afrentas la vida y los problemas que va poniendo en tu camino. Quizá todos deberíamos ser como Amalia. Y buscar la manera de afrontar la vida con una sonrisa por muy negra que se nos ponga.
hace 8 años