“Si viviéramos al revés, es decir, si pudiéramos saber cómo va a acabar cada día antes de comenzarlo, podríamos ponerle un título que fuera adecuado. Como las cosas no son así, nos acostumbramos a afrontar cada día de la misma forma. Y lo que entonces conseguimos, es que cada nuevo día sea nada más que eso: un día. Sólo, un día”. Con esta premisa cierra Nacho Casanova la contraportada de esta obra que, básicamente, nos narra cómo es la vida de una pareja drogadicta, desde que amanece hasta que se acuestan. A lo largo de las 56 páginas de esta obra, el lector verá por un lado cómo el autor ve tanto la forma en que dos drogadictos ven la sociedad, y por el otro cómo ésta ve a los drogadictos, a través de todo tipo de personajes que van paseando por un escenario perfectamente definido por el autor. Casanova, con trazo sencillo, logra introducir al lector en toda la crudeza que rodea al tema de las drogas y quienes las sufren, con un relato lleno de sentimientos que logra introducir dentro de sí a quien se acerca hasta él.