Discurso leído por Pilar Manjón en el Congreso de los Diputados el 15 de diciembre de 2004 «,Este discurso sólo puede suscitar la solidaridad y el apoyo sin reservas. Una gran lección moral»,. El País«,Señor Presidente, señoras y señores Comisionados: Mi nombre es Pilar Manjón. Vengo en representación de la Asociación 11M Afectados de Terrorismo, de las víctimas, heridos y sus familias, única y exclusivamente como portavoz de una Asociación de víctimas. Antes de comenzar la intervención, quiero dejar constancia de la firme voluntad de la entidad a la que represento, para transmitir expresamente el sentir de un colectivo, nunca el mío propio. Comparecemos ante ustedes en la casa donde reside la Soberanía del Pueblo, con el propósito de ser la voz de los ausentes y los heridos, que aún a fecha de hoy siguen su calvario de dolor, entrando y saliendo de los distintos hospitales. Para que su voz, apagada en la inmensidad del dolor, pero viva y poderosa en nuestro recuerdo, resuene en el interior de estas paredes. Comparecemos personas y familias enteras agrupadas en la Asociación. Cada fallecido es un proyecto vital, un parto ilusionado, una adolescencia conflictiva, un cúmulo de ilusiones, de afectos, de amores y luchas. Vidas repletas y ahora truncadas. Vivas en nosotros»,. PILAR MANJÓN«,Me atrevo a pensar que nunca han sonado en nuestro Parlamento palabras de calidad tan absoluta. Como creo que la máxima brillantez oratoria combinada con la más excelsa articulación de las ideas más profundas difícilmente podrá tocarnos con esa armonía tantas teclas del alma. No es esto un panegírico de la señora Manjón. Fue probablemente una casualidad (una gloriosa casualidad) que fuera ella la destinada a convertirse en el medium que, quizás no del todo consciente, habría de transmitir de forma tan terriblemente bella a la sociedad española una suerte de hechos y sentimientos que forjan una verdad que, en nuestra sociedad voraz, vanidosa y mezquina, sólo el abismo del luto desvela»,. HERMANN TERTSCH