Biznieto de Fernando VII, nieto de Isabel II y sobrino de Alfonso XII, Luis Fernando de Orleans y Borbón paseó su «pequeña majestad» por los salones y tugurios del París de la Belle Epoque, escenario principal de las correrías de este príncipe «maldito» y amigo de Marcel Proust.
Proust y el «infante de España», como era conocido en el París del lujo y los excesos de entreguerras, eran clientes del hotel Marigny, un refinado local de placeres homosexuales en el que Luis Fernando ejerció como relaciones públicas de lujo. Allí, en una noche de enero de 1918, el autor de «En busca del tiempo perdido» fue detenido, tras ser sorprendido en compañía de chicos menores de edad.