No hay un solo autor en el mundo que no aspire a vivir de su obra, de sus libros. Cuantas más apariciones hacen en público y más medios de comunicación frecuentan, más conocidos son, y más libros venden. Los hay que incluso, de vez en cuando, tratan de provocar alguna polémica con sus opiniones y comentarios. El objetivo no es otro que el de hacer que el márquetin (gratuito) y la publicidad (buena o mala) hagan su labor y lo ayuden a vender más libros.
Pero, ¿qué ocurre cuando el escritor demuestra tal aversión a los medios de comunicación y a la fama que se niega a dar a conocer detalles de su vida privada? ¿Cómo seguir los pasos de un autor «invisible» que se muestra esquivo hasta el punto de que su vida privada llega a despertar más expectación, incluso, que su obra?
A continuación, un listado de algunos escritores muy celosos de su vida privada e intimidad.