La larga trayectoria novelística, periodística y ensayística desarrollada por Rosa Montero le ha valido el Premio Nacional de las Letras Españolas 2017, que otorga el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y que según la escritora le sirve para «tapar» su «agujero de inseguridad».
El jurado ha reconocido a la escritora madrileña por «su larga trayectoria novelística, periodística y ensayística, en la que ha demostrado brillantes actitudes literarias, y por la creación de un universo personal, cuya temática refleja sus compromisos vitales y existenciales, que han sido calificados como la ética de la esperanza», informó hoy el ministerio en una nota.
Para la escritora este galardón le aporta «alivio y sosiego» y en cierto modo «tapa», aunque sea temporalmente, «el agujero de inseguridad» que tienen «todos los novelistas».
Reconoce que llega en un año que ha sido difícil en lo personal por la muerte de algunos amigos muy queridos, por lo que ser reconocida por la «brillantez» con la que ha desarrollado su larga y variada trayectoria le aporta una alegría inmensa y maravillosa y una sensación como de alcanzar la visibilidad.
Aunque asegura que su primer premio son los lectores, ha dicho que le alegra recibir el premio que distingue el conjunto de la labor literaria de un autor español y está dotado con 40.000 euros (46.000 dólares).
La autora, tan vocacional que espera seguir escribiendo hasta que muera, trabaja ahora en la tercera entrega de Bruna Husky, el androide de combate que ha protagonizado Lágrimas en la lluvia y El peso del corazón,este es el personaje que siente más cerca de sí misma, aunque esté lejos de ser una «rep» (replicante) que trabaja como detective privado en el siglo XXII. «No verá la luz hasta primeros de 2019, con mucha suerte finales del 2018», dice.
Es también autora de las galardonadas La hija del caníbal (Premio Primavera de Novela en 1997), La loca de la casa (Premio Grinzane Cavour al mejor libro extranjero publicado en Italia en el 2005 y Premio Roman Primeur 2006 en Francia) e Historia del rey transparente (Premio Mandarache 2007).
Y de muchas otras, pero no siente que le quede algún tema pendiente por abordar en su obra, porque será ese asunto el que se asome a su mesa de trabajo. «Los libros son sueños que se sueñan con los ojos abiertos y los sueños no se escogen, como tampoco las historias, que te escogen a ti», asegura.
Montero, que estudió periodismo y psicología, empezó a publicar en diversos medios informativos prólogos de lo que sería su etapa en exclusiva para el diario El País, que comenzó en 1976 y donde fue redactora jefa del suplemento dominical durante 1980 y 1981.
En 1978 ganó el Premio Manuel del Arco de Entrevistas, en 1980 el Premio Nacional de Periodismo para reportajes y artículos literarios y en 2005 el Premio de la Asociación de la Prensa de Madrid a toda una vida profesional.
Por eso, como periodista, ve un panorama «bastante chungo» en el que los medios de todo el mundo «están haciendo la travesía del desierto porque no se encuentra el modelo de mercado para ganar dinero» en la sociedad de las nuevas tecnologías, si bien es optimista porque «las democracias necesitan unos medios de comunicación fuertes y se acabará encontrando el camino».
Su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas y es doctora honoris causa por la Universidad de Puerto Rico, además de Premio Internacional Columnistas del Mundo 2014 y Premio José Luis Sampedro 2016.
Madrid 14 may (EFE)
Se lo merecía desde hace tiempo este premio. Su narrativa es como es ella, tan natural y espontánea. Novelas invitan al lector a disfrutar de un viaje que a veces no desea bajarse nunca. Abrazos desde este otro lado del charco.