El escritor donostiarra Fernando Aramburu ha obtenido el Premio Nacional de Narrativa 2017, que convoca el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y que está dotado con 20.000 euros, por Patria, una “novela global” sobre “unos años convulsos en Euskadi”, según el fallo del jurado.
Aramburu aseguró que nunca imaginó que un año después de publicar la novela habría vendido más de medio millón de ejemplares, con 22 ediciones: “Sigo sin comprenderlo, pero lo voy asimilando”.
El jurado destacó la obra “por la profundidad psicológica de los personajes, la tensión narrativa y la integración de los puntos de vista, así como por la voluntad de escribir una novela global sobre unos años convulsos en Euskadi”.
“Ha sido una sorpresa porque yo no esperaba esto. Sí puedo decir, como he dicho otras veces con otros galardones, que estoy agradecido y honrado”, aseguró desde su casa en Hannover (Alemania), donde reside con su familia desde 1985.
Aramburu, licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza, recordó que escribió la novela por la que ha recibido el premio, editada por Tusquets, “en soledad, con el mayor esmero e ilusión posibles”.
Le dedicó tres años y admitió tener “ciertas expectativas” sobre todo por el contenido, un tema que había tratado ya en libros como Los peces de la amargura, en 2006, con el que obtuvo premios como el Dulce Chacón, el Vargas Llosa y el de la Real Academia.
El escritor es también autor de las novelas Años lentos (2012) o El trompetista del Utopía (2003), pero su éxito literario ha llegado con Patria, de 648 páginas, y que ya ha vendido más de 500.000 ejemplares y va por su 21 edición, según datos de la editorial.
Con ella ha obtenido el Premio Francisco Umbral al Libro del Año, además del Premio de la Crítica de Narrativa. La cadena y plataforma digital HBO España la llevará próximamente a televisión y se convertirá así en la primera producción española de esa empresa audiovisual.
“No existe mayor paraíso que la vida cotidiana, tranquila y serena. Soy un hombre hogareño. Este libro no me ha cambiado aunque me ha sacado de casa. Vivo en un barrio de Hannover donde los vecinos no me conocen por la escritura. Quiero seguir viviendo como hasta ahora, sin aventuras y sin grandes trastornos”, declaró.
Asimismo, como poeta ha publicado varios poemarios bilingües, en español y euskera, entre ellos Ave Sombra (Itzal Hegazti, 1981) o Bruma y conciencia (Lambroa eta kontzientzia, 1993).
A comienzos de los 80, recordó el fallo del jurado, fue uno de los creadores y promotores del grupo de literatura Cloc de Arte y Desarte en Donostia, que entre 1978 y 1981 editó una revista e intervino en la vida cultural del Euskadi, Navarra y Madrid con propuestas de índole surrealista y acciones de todo tipo caracterizadas por una mezcla particular de poesía, contracultura y sentido del humor.
Madrid, 17 oct. (EFE)
Libro de lectura muy fácil, que enseguida te engancha. Te explica de forma sencilla como estaba fracturada la sociedad vasca, a traves de dos familias que viven en un pueblo pequeño, cuando la banda terrorista ETA mataba. Como se vive el problema y se justifica la violencia, desde una radicalidad incomprensible. A mi me ha valido para conocer un poquito esa realidad, aunque sin llegar a entender como se puede llegar a esos extermos.