España conserva aproximadamente una veintena de Biblias hebreas completas, con todos los libros y secciones, además de otros muchos códices incompletos o deteriorados, un porcentaje pequeño en comparación con el resto de países europeos debido a que la mayoría salió de la Península Ibérica tras la expulsión de los judíos, según ha explicado el comisario de la exposición ‘Biblias de Sefarad: las vidas cruzadas del texto y sus lectores’, Javier del Barco, que se puede visitar a partir de este martes en la Biblioteca Nacional de España (BNE).
La muestra, que se inaugurará este lunes con la visita del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, está compuesta por un total de 40 manuscritos judíos de la Edad Media más algunos objetos en los que también se refleja la influencia del texto bíblico en la vida de los judíos de Sefarad. La exposición ha sido organizada por el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la BNE con la financiación del European Research Council.
Entre las ‘joyas’ que el público podrá contemplar, según su comisario, destacan cuatro piezas: la Biblia de Alba –conservada en el Palacio de Liria–, el Manuscrito número uno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Biblia Litúrgica de la Biblioteca Nacional de España –que, según ha precisado, muestra muy bien el legado judío en el país– y el Rollo de Ester del Archivo Histórico Nacional.
Del Barco ha subrayado que lo que se conserva en España, bien porque se quedó en manos de la Inquisición, de coleccionistas, porque se utilizara para refuerzos de tapas, o incluso como material para las trincheras durante la Guerra Civil Española, bien porque saliera del país pero más adelante regresara, se guarda correctamente gracias al coleccionismo de instituciones religiosas, a las colecciones nobiliarias y las bibliotecas reales.
No obstante, aunque ha indicado que el porcentaje de estas obras en España es menor con respecto a otros países, ha precisado que, a nivel mundial, es «relevante» que «sólo» se conserve el diez por ciento de la producción manuscrita en hebreo de la Edad Media.
La mayoría de los manuscritos seleccionados para esta exposición han salido por primera vez de sus instituciones de origen y se articulan en torno a ocho secciones. Las cuatro primeras son: ‘La Biblia’, que goza de un lugar central en la cultura sefardí; ‘Aprendizaje’, que aborda cómo la lengua de la Biblia, el hebreo, pasa a ser objeto de estudio; ‘Liturgia’, con el texto sagrado como base de la liturgia tanto pública como privada; y ‘Exégesis bíblica’, sobre las interpretaciones del texto bíblico.
Por otro lado, los otros cuatro apartados se titulan: ‘Polémica’, que acerca al debate surgido por las distintas visiones; ‘Razón y Revelación’, acerca del enfrentamiento entre ciencia y fe; ‘Espacios de lectura y tipos de lectores’, con los distintos usos del texto fuera del manuscrito –lápidas, capiteles– y su influencia en espacios no religiosos; y ‘Coleccionismo en España’.
Además, la muestra se completa con algunos objetos como las lámparas de Sinagoga, cuyo uso se refleja en los libros religiosos, y que han sido prestadas para su exhibición por el Museo Arqueológico Municipal de Lorca que, según ha remarcado Del Barco, ha tenido la «generosidad» de dejarlas a pesar de las «difíciles circunstancias» que atraviesa el Museo desde el terremoto.
La directora de la Biblioteca Nacional de España, Gloria Pérez-Salmerón, ha destacado que esta exposición contribuye al entendimiento de las culturas que durante muchos años convivieron en España y que se enmarca a su vez en el tricentenario de la BNE.
Por su parte, la vicedirectora del CCHS del CSIC, Pura Fernández, ha mostrado su agradecimiento a la Biblioteca Nacional y ha indicado que la exposición es «el resultado de un proyecto europeo de excelencia que demuestra la investigación que se hace en el centro con mucha calidad».
MADRID, 27 FEB. (EUROPA PRESS)