El incendio de la torre Windsor de Madrid es el hilo conductor y el escenario de la trama que desarrolla la periodista Gabriela Cañas en la novela Torres de fuego (Roca editorial). Sus páginas son también un fiel reflejo de la falta de escrúpulos en el mundo financiero y una reflexión sobre el poder en todas sus manifestaciones.
«La ficción te permite denunciar mucho mejor la realidad», explica Gabriela Cañas, y precisa que la intriga económica que desarrolla en el libro parte de las «sombras» que quedaron sin esclarecer tras el incendio que tuvo lugar en la torre Windsor a principios de 2005.
La novela arranca con el asesinato de Ana Ruiz-Benegas, una ejecutiva de altos vuelos que una noche es asaltada en su vehículo y destrozada a martillazos. A su funeral asisten políticos, empresarios, periodistas y otros hombres importantes de la sociedad española. Pero también acude Gonzalo, su última pareja y principal sospechoso.
Así lo creen Rosa y su hija Any, quienes no podrán quitarse de la cabeza la idea de que Ana murió como consecuencia de la información que poseía sobre una de las tramas de corrupción más escandalosas del momento.
BASADA EN PERSONAJES REALES
La autora, que trabajó en Moncloa como asesora de prensa internacional para el presidente del Gobierno entre el año 2006 y el 2008, asegura que aunque todos los personajes son inventados están basados en perfiles reales.
«Me ha divertido jugar, eso sí, con los estereotipos. He querido que todos los personajes sean lo que parecen ser. Lo he hecho como un divertimento. Porque un ejecutivo exitoso suele disfrazarse de ejecutivo exitoso hasta fusionarse con la imagen que proyecta», alega.
En este sentido, la escritora Rosa Montero, quien acompañó a la autora en la presentación del libro en Madrid, subraya que Torres de fuego es también un retrato de la España de la «corrupción» de estos últimos años, con unos personajes «fascinantes» y una trama de «alta intriga financiera» que funciona como una «maquina de relojería».
Por su parte, la autora argumenta que durante estos últimos años, la lectura de las páginas de Economía de la prensa mundial «ha sido apasionante y descorazonadora». «Con esta crisis hemos comprendido mejor que nunca la injusticia y la inequidad con la que hemos construido las sociedades ricas, basadas en la especulación y el enriquecimiento rápido. Es una materia prima impresionante», subraya.
Por último y respecto a las diferentes hipótesis que se desarrollaron tras el incendio de las torres, Cañas recuerda que nunca se supo (públicamente) qué es lo que realmente ocurrió.
«¿Fue un incendio fortuito? ¿Era más rentable cobrar un seguro que mantener en pie un edificio que probablemente ya había amortizado la inversión inicial? ¿Hubo papeles comprometedores que alguien quiso convertir en ceniza a un precio tan alto? Es una de esas historias que te despiertan todas las fantasías porque todas son verosímiles», concluye.
MADRID, 20 Oct. (EUROPA PRESS)