La primera novela para adultos de J.K. Rowling, la «madre» de Harry Potter, llegó este jueves a las librerías con la garantía de ser un ‘best-seller’ gracias al millón de copias vendidas por anticipado, pero los críticos estaban divididos sobre esta sátira política y social.
Los comercios abrieron a las 08:00 (hora local) para permitir a los admiradores de la escritora británica hacerse rápidamente con un ejemplar de «The Casual Vacancy», rodeado hasta ahora del mayor secreto.
Pero aunque en muchos lugares se levantaban pilas enteras del libro de 512 páginas con su tapa roja enmarcada de amarillo, no hubo ni colas ni una gran afluencia.
Un millar de fanáticos de J.K. Rowling se congregaron al final de la jornada en el Southbank Centre para asistir a su única lectura pública en Londres, en una velada retransmitida en directo por YouTube.
Danielle Salvatore, una estadounidense de 19 años que estudia en Inglaterra, pagó 200 libras (325 dólares, 250 euros) por una entrada en internet.
«Lo vale porque J.K. Rowling me inspiró una vida de magia», aseguró la joven, que ha leído todos los Harry Potter.
La novela, ambientada en Pagford, un pueblo aparentemente idílico del suroeste de Inglaterra, comienza con la muerte de un concejal y narra la guerra que ésta desata para cubrir la plaza vacante en un consejo encargado de gestionar una sórdida barriada de viviendas sociales.
«Describe la vida en una pequeña ciudad», explicó la autora a sus lectores. «Para mí, es realmente un libro humorístico».
La escritora había pensado en un primer momento en el título «Responsable», porque, según explicó al New Yorker, «es un libro sobre la responsabilidad. En un plano menor, cuál es la parte de nuestra responsabilidad en nuestra felicdad personal, pero también en un plano más amplio: cuál es nuestra parte de responsabilidad frente a los pobres, a los desfavorecidos.
Aborda también sin embargo temas como la drogadicción, la prostitución, la familia monoparental y el deseo adolescente, todos ellos muy alejados del universo del joven mago.
La novela dividió a los primeros críticos. Mientras algunos elogiaron su mensaje social a lo Charles Dickens, otros expresaron su estupor por las crudas escenas de sexo y drogas, aunque coincidieron generalmente en que las mejores partes eran las que implicaban a adolescentes.
Para el diario The Times, J.K. Rowling, quien como Dickens en el siglo XIX alcanzó la fama desde la pobreza, se ha encargado personalmente de «revivir la idea de la novela como una fuerza para el bien social».
«Lo difícil, en esta novela gruesa, es la diferencia entre el nivel de interés del lector en un mundo completamente inventado, como el de Harry Potter, y el mundo en que que estamos atrapados», agregó.
La crítica del Daily Telegraph opina que la novela «es a veces divertida, a veces alarmantemente bien observada, y llena de crueldad y desesperación». El punto débil, según el periódico, es cuando es «más airadamente política».
Para The Independent, sin embargo, la novela «gana en pasión, brío e incluso magia» cuando gira en torno a los personajes adolescentes, mientras que el Daily Mirror la considera en cambio «grosera, brutal y sumamente deprimente».
A pesar de todo, con alrededor de un millón de copias vendidas anticipadamente, su éxito está plenamente asegurado, y muchos estiman que se convertirá en el libro de ficción más vendido del año.
La escritora británica ya amasó una gran fortuna con las aventuras de Harry Potter, de cuyos siete libros se han vendido unos 450 millones de ejemplares y que han inspirado películas, videojuegos, juguetes y hasta parques temáticos.
«En lo que se refiere a la historia de Harry, he terminado», declaró el miércoles Rowling a la BBC. «Dicho esto, siempre he dejado la puerta entreabierta porque no soy tan cruel. Si tuviera una idea fabulosa que saliera de ese mundo, porque me encantó escribirlo, lo haría», agregó.
De momento, está preparando dos nuevos libros para niños, uno de los cuales según dijo a la BBC está «casi terminado».
27 sep. (Maureen Cofflard | AFP)