El escritor Alessandro Mari acaba de desembarcar en la Feria del Libro, donde este año Italia es invitada de honor, y es un ejemplo de la vitalidad cultural que posee ese país. Con 28 años, Mari ha escrito una monumental novela sobre el siglo XIX, una comedia humana considerada «la gran revelación».
«Tan humana esperanza» es el título de esta obra de casi 900 páginas, publicada por Seix Barral en España y América Latina.
En ella, este joven escritor, nacido en Lombardía y cuya tesis tuvo como protagonista al novelista norteamericano Thomas Pynchon, conocido por su experimentación con la narrativa intertextual y compleja, se adentra en la Italia del XIX, cuando todavía no es nación y Garibaldi era un joven aventurero revolucionario.
Una historia en la que cuatro jóvenes -un campesino, una fugitiva de un convento reclutada como espía, un pintor retratista de mujeres aristócratas y Giuseppe Garibaldi, el joven que cambiará la historia de Europa y América- están llenos de fuerza y pasión (en todos los sentidos de la palabra porque la novela también está cargada de sexo) para cambiar el curso de la historia.
Pero este breve argumento no es nada más que el detonante de un cruce de historias en las que los grandes personajes conviven y se entretejen con las historias de la gente anónima y humilde, a modo de un reflejo del macrocosmos de la condición humana. Todo ello hilvanado con un lenguaje portentoso; a veces rico y exquisito, y a veces popular hasta el extremo.
«Este libro nace de la necesidad de contar historias que me inoculó mi abuelo, un camionero iletrado que nuca leyó un libro, pero que cuando llegaba de sus viajes me contaba unas historias fantástica», explica a Efe Alessandro Mari.
«Tan humana esperanza» es una historia polifónica que mira al pasado pero que tiene infinitos lazos con el presente, en opinión del autor.
«En ese momento particular, el Resorgimiento, nació por un grupo de jóvenes con esperanza de superar una crisis, de soñar con un mundo diferente que era tener un territorio común. Creo que fue la primera ocasión épica en el que fuimos capaces de construir un mito fundacional en torno a nosotros mismos», argumenta el autor.
Así, cinco personajes con orígenes diferentes dan múltiples puntos de vista de atrás a delante, de abajo a arriba de la historia, del amor y la política, para ayudar al lector a indagar en el presente y en el futuro de un país, o de la condición humana en general.
«Todo el mundo critica el presente y éste está quieto; los políticos, que son los que deberían gestionar y trabajar por el futuro, están parados y esto no se mueve», sostiene
«En Italia -continúa- no se habla del futuro. A nosotros no nos hace falta que nos digan qué es lo que ha pasado y de dónde viene, ya lo sabemos, lo que tenemos que tener es valor para hablar del futuro, a lo mejor con inconsciencia y con riesgo de equivocarnos, pero hay que hacerlo, como hicieron los protagonistas de la novela.
El libro también desafía, por su volumen, a todo aquel que ha dicho que internet está modificando la forma de escribir incluso de algunos autores por la necesidad de la brevedad.
«El tiempo en lectura es una bendición, una cosa santa. Espero que el tiempo que se emplee en leerla, sea un tiempo empleado para tener una experiencia nueva, una nueva vivencia», precisa.
Y aclara: «Un libro que requiere tiempo tiene un poder curativo, te recompone, te hace volver a ti mismo y a vivir otro momento; en definitiva, te hace vivir más tiempo», concluye este escritor que ha sido elogiado por la critica y los lectores y que ya está terminando su segunda novela.
Madrid, 29 may (Carmen Sigüenza / EFE)