El escritor Albert Sánchez Piñol, autor de «Victus» y gran ausente de la firma de libros, y el dramaturgo y guionista Albert Espinosa, con «Brújulas que buscan sonrisas perdidas«, han sido los vencedores en esta jornada de Sant Jordi.
Según datos facilitados por el Gremio de Libreros de Cataluña, «Victus» ha sido el libro de ficción más vendido tanto en catalán como en castellano, una noticia que el autor, que ayer protagonizó el pregón literario inaugural, ha recibido hoy en Vilafranca del Penedès (Barcelona).
Es difícil pensar en un pregonero de Sant Jordi que no cree en Sant Jordi, pero Sánchez Piñol es, sin duda, quien mejor materializa esa aparente contradicción que, como él mismo confesó ayer, arranca de un 23 de abril en el que un gran escritor de las letras catalanas veía impotente con los brazos caídos como un conocido actor porno no paraba de firmar ejemplares de su libro.
A pesar de su ausencia, Sánchez Piñol es el que más ha vendido su «Victus» en castellano, seguido por Ildefonso Falcones, otro de los habituales superventas de la jornada, con «La reina descalza»; Javier Sierra con «El maestro del Prado»; Víctor Amela con «El cátaro imperfecto»; y Robert Fisher con «El caballero de la armadura oxidada».
En ficción en catalán, después de «Victus», figuran como autores más vendidos Sílvia Soler («L’estiu que comença»), Màrius Serra («Plans de futur»), Lluís Foix («La marinada sempre arriba») y el propio Falcones con la versión de su novela escrita en castellano.
Espinosa ha sido quizá el autor que más ha firmado durante la jornada, con una media de diez libros por minuto, prácticamente el doble de los que firmaba un hoy más relajado Carlos Ruiz Zafón.
Ambos han protagonizado, junto con «Frank de la Jungla» el mayor «combate» por el favor de sus lectores de los últimos años, como constataba una cola de más de cien metros de lectores que pedían una dedicatoria o hacerse una foto con su ídolo.
A pesar de que Espinosa ha sido incluido en la clasificación de libros mediáticos más vendidos, en el que también figuraban la primera novela de Pilar Rahola y el libro «No t’aturis mai», del piloto Isidre Esteve; el creador de «Pulseras rojas» no piensa que él sea mediático, sino su serie televisiva.
En no ficción en castellano «La enzima prodigiosa», de Hiromi Shinya; «Nadie es más que nadie», de Miguel Ángel Revilla; «España se escribe con E de Endeudamiento», de José María Gay de Liébana; «No sé donde está el límite, pero sí se dónde no está», de Josef Ajram; y «Finanzas para Directivos», de Eduardo Martínez, son los ensayos más vendidos.
Y en catalán, Jaume Barberà («S’ha acabat el bròquil»), Lluís Llach («Estimat Miquel»), Jofre Llombart («Desmuntant la caverna»), Josef Ajram y Josep Maria Espinàs («Una vida articulada») son los títulos con más ventas en no ficción en catalán.
En uno de los segmentos sensibles en el día de Sant Jordi, el género infantil y juvenil, los más vendidos han sido «Adolescents.cat», una aventura de Gerónimo Stilton, y «Sant Jordi i el drac», de Anna Canyelles, en catalán; y «Primer curso en Torres Malory», de Enid Blyton, «El libro de los portales», de Laura Gallego, o «En llamas», de Suzanne Collins.
A falta de una cifra concreta de ventas, que se dará a conocer mañana, el presidente del Gremio de Libreros, Antoni Daura, ha señalado que «estamos en unas cifras similares a las del año pasado», cuando las librerías facturaron alrededor de 18 millones de euros.
La buena climatología ha acompañado durante toda la jornada a los tenderetes de libros y ha favorecido, según Daura, que la gente saliera a la calle masivamente y cumpliera con la tradición de comprar un libro para regalar.
Barcelona, 23 abr (Jose Oliva y Irene Dalmases / EFE)