El escritor sueco Jonas Jonasson, Eduardo Mendoza, Rafel Nadal, Almudena Grandes, Carlos Ruiz Zafón y Lluís Llach se han convertido en los autores «vencedores» de un Sant Jordi que ha orillado, por un día, la crisis, según la información facilitada por el Gremio de Libreros.
El estrambótico «El abuelo que saltó por la ventana y se largó» (Salamandra/La Campana), de Jonas Jonasson, hoy ausente en la jornada de las firmas por estar enfrascado ya en su segunda novela, se ha convertido en el título más vendido en catalán y en el segundo en castellano, sólo superado por el veterano Eduardo Mendoza, que concurría con «El enredo de la bolsa y la vida«.
En la ficción en castellano, tras Mendoza y Jonasson se han situado, según las mismas fuentes, Almudena Grandes («El lector de Julio Verne»), Carlos Ruiz Zafón («El prisionero del cielo») y Kate Morton («Las horas distantes»).
En la ficción en catalán, tras Jonasson se ha situado Rafel Nadal con su novela autobiográfica «Quan érem feliçós» (Cuando éramos felices), Lluís Llach, que no ha firmado, con su primera novela, «Memòria d’uns ulls pintats» (Memoria de unos ojos pintados), Jaume Cabre con «Jo confesso» (Yo confieso), e Imma Monsó con «La dona veloç» (La mujer veloz).
En no ficción en castellano, ha vencido el ensayo «Más allá del crash», de Santiago Niño Becerra, seguido por «La comida de la familia»; de Ferran Adrià, «La soledad de la reina: Sofía, una vida», de Pilar Eyre; «El arte de no amargarse la vida», de Rafael Santandreu; y «Haciendo majaradas, diciendo tonterías», de Mario Vaquerizo.
El tercer volumen de las memorias de Jordi Pujol ha sido la obra de no ficción en catalán más vendida, según los libreros, seguida por el libro de Ferran Adrià; «Viaje al optimismo», de Eduard Punset; «Fago», de Carles Porta, y «Diguem prou» (Digamos basta), de Arcadi Oliveres.
En uno de los segmentos sensibles en el día de Sant Jordi, el género infantil y juvenil, los más vendidos han sido la primera y segunda entrega de la saga de «Los juegos del hambre», de Suzanne Collins, el álbum de Mortadelo y Filemón «Londres 2012», de Francisco Ibáñez, así como dos de las aventuras de Geronimo Stilton.
Sin una correlación directa entre ventas y firmas, los autores que más han movido el brazo con su pluma han sido Eduardo Mendoza, Carlos Ruiz Zafón, Almudena Grandes, Federico Moccia, Chuck Palahniuk, Jaume Cabré o Francisco Ibáñez, que han tenido que atender colas interminables de lectores y fans.
A falta de una valoración con los datos definitivos, el presidente del Gremio de Libreros, Antoni Daura, ha dicho que «la sensación es que la dinámica de ventas ha sido buena» y esperan «poder igualar al menos la facturación del pasado año», que ascendió a 17 millones de euros.
Según el Gremio de Libreros, «la sensación es que ha vuelto a participar mucha gente y se ha vuelto a cumplir con la tradición de comprar un libro para regalar».
La ausencia de un claro «best-seller», a pesar de la presencia de algunos títulos favoritos en las quinielas de los más vendidos, ha llevado a «una mayor diversificación de las compras de unos lectores que se han decantado mayoritariamente por la narrativa».
En cuanto a la facturación, los libreros esperan «alcanzar o incluso superar» la del pasado año, de 17 millones de euros, lo cual les dejaría «razonablemente satisfechos», ha afirmado Daura, quien ha recordado que «las ventas que hacen las librerías en Sant Jordi representan entre un 5 y un 8 por ciento de la facturación global del sector».
Barcelona, 23 abr (Jose Oliva/Irene Dalmases / EFE)