Avalada por el premio Pulitzer y considerada una de las novelas más importantes del año, pese a ser rechazada por varias editoriales hasta que una independiente apostó por ella, llega a España «Vidas de Hojalata«, del estadounidense Paul Harding.
Publicada por RBA, «Vidas de Hojalata» podría encarnar la historia de tantos grandes títulos que en su día fueron repudiados por editores para luego arrepentirse de por vida: «La familia de Pascual Duarte«, de Camilo José Cela; «Cien años de soledad«, de García Márquez; o «Lolita«, de Nabokov, entre otros, son claros ejemplos de este «no saber ver».
En este caso es la primera novela de Paul Harding (Estados Unidos, 1967), músico y profesor de escritura en Harvard y la Universidad de Iowa, que a pesar de llevar escribiendo más de diez años no había publicado nunca.
Pero con «Vidas de hojalata», que escribió cuando se disolvió la banda de rock de la que formaba parte, ocurrió el milagro, y tras estar aparcada en un cajón por sufrir el rechazo de multitud de editoriales, un amigo del escritor le animó a presentarla a un pequeño sello independiente (Bellevue Literary Press) de reciente creación y la editora, Erika Goldman, cayó rendida.
La novela empezó a ser a leída por críticos, funcionó el boca oreja y The New York Times la bautizó como «el caso de una novela ‘Cenicienta’ más evidente del que se tiene recuerdo». Incluso el presidente Barak Obama le dio un empujón al comprarla para leerla en las vacaciones de verano.
Y ese mismo año de su publicación, 2010, la novela que provenía de un sello independiente, como ocurrió 30 años atrás con «La conjura de los necios» de John Kennedy Toole, se alzó con uno de los premios más prestigiosos e importantes, el Pulitzer.
Un reconocimiento a un libro breve -no llega a 190 páginas- pero intenso, en el que reflexiona sobre el paso del tiempo y la memoria y hace «una poderosa celebración de la vida en la que un padre y un hijo de Nueva Inglaterra, entre alegrías y sufrimientos trascienden sus aprisionadas vidas para ofrecer nuevas maneras de percibir el mundo y la mortalidad», en opinión del jurado del Pulitzer.
«Vidas de Hojalata» se abre con un secuencia radical: en una cama alquilada a un hospital e instalada en el salón de su casa George Washington Crosby espera a que le sobrevenga la muerte, rodeado de nietos y bisnietos.
Especializado en la reparación de relojes, George ahora no podrá arreglar las manecillas del tiempo biológico que de forma inexorable va a su caza. Un tiempo final en el que el hilo de la memoria irá setenta años atrás para recordar su infancia y evocar la figura de su padre, un vendedor ambulante de hojalata que padecía ataques de epilepsia.
Una aparente historia familiar del mundo rural americano, pero que esconde todo un ejercicio con el lenguaje, y la descripción de los mas pequeños detalles que se convierte en un tratado sobre el alma humana que va de menos a más.
Madrid, 31 ene (Carmen Sigüenza / EFE)