El escritor italiano Giorgio Faletti ha dado un nuevo giro en su actividad artística, en este caso en su creación literaria, con su nueva novela «Apuntes de un vendedor de mujeres«, con la que se ha adentrado en la Italia de los «años de plomo» y el secuestro de Aldo Moro.
Giorgio Faletti (Asti, 1950) hizo su primera incursión en el campo de la narrativa con «Yo mato«, un bestseller de éxito en Italia -sólo superado en ese país por «El nombre de la rosa«- al que siguieron otras novelas de éxito comercial, situadas en EEUU.
En «Apuntes de un vendedor de mujeres» (Anagrama/Amsterdam) ha dado un giro radical a su narrativa, con el que ha conseguido la rara coincidencia de conseguir éxito de crítica y también de lectores, y por primera vez ha situado la acción en la realidad social y política italiana.
El autor italiano ha explicado hoy en Barcelona: «Después de haber escrito cuatro thriller canónicos, que por necesidad de estructura estaban ambientados en América, me topé con esta historia a partir del protagonista, Bravo».
La novela se sitúa en 1978 mientras Italia vive los dramáticos días del secuestro de Aldo Moro, en una Milán dominada por los conflictos políticos y el crimen organizado, que se prepara para convertirse en la ciudad de moda de los años 80.
En este mundo de restaurantes de lujo, discotecas, garitos clandestinos y cabarés, hace sus negocios un hombre enigmático al que todos conocen como Bravo, un hombre que trabaja con mujeres, y cuya existencia gris se verá sacudida por la aparición inesperada de una chica, Carla, con la que, según Faletti, «revive dolorosamente sensaciones que Bravo creía olvidadas para siempre».
Esta novela surgió casi como un reto después de que un prestigioso crítico, hoy ya fallecido, le ‘invitara’ a escribir una novela italiana después de suspender gran parte de esas novelas iniciáticas, que le valieron a Faletti ser considerado como «el padre del spaguetti-thriller» en un paralelismo con Sergio Leone y sus spaguetti-western.
«Tenía el personaje de Bravo en la cabeza, pero no lo tenía claro ni temporal ni geográficamente, y al final se resolvió un día en el que estaba rodando una película sobre 1977 y las Brigadas Rojas y pensé dónde estaba yo aquel año y recordé que estaba en Milán en el inicio de mi carrera como actor de cabaré», ha rememorado.
Faletti descubre al lector las cartas desde la primera línea: «Me llamo Bravo y no tengo picha».
Sin embargo, el autor de «Yo mato» considera que su personaje «no puede considerarse un castrado, porque sigue teniendo la pulsión sexual. Detesta a las mujeres porque no puede darles lo que él quiere y detesta a los hombres porque tienen unas atribuciones que él no tiene».
En el trasfondo de la historia de amor que cuenta el libro hay un período muy duro de Italia, una semana en el período del secuestro de Moro, remarca Faletti, quien de hecho quiso escribir esta novela para «pedir perdón por aquel momento».
«Trabajaba en el templo del cabaré y con la obsesión por hacer reír y con el exceso de trabajo no me di cuenta de lo que estaba sucediendo en la realidad diaria», ha explicado.
Su última novela publicada en Italia, aún inédita en España, titulada «Tres actos y dos tiempos», está ambientada en el mundo del fútbol y cuenta la relación entre padres e hijos. «No hay muertos, por tanto, no es estrictamente un thriller, aunque sí hay una trama de suspense que pretende atrapar al lector hasta el final», ha dicho.
Su próximo libro, que se publicará en su país el 20 de noviembre, no es una novela, sino «una autobiografía musical» que incluirá dos discos, uno con canciones que escribió para artistas como Mina y que no se cantaron y otro con canciones inéditas.
«Escribo las cosas que me gusta escribir, sobre lo que me interesa, y no hago cálculos. También es verdad que pienso en algo que pueda interesar al lector, pero tengo claro -asevera Faletti- que seguiré escribiendo, porque aúna esos momentos de soledad total, en los que afloran todos los recuerdos, con la promoción de los libros, que tiene que ver más con el espectáculo».
Barcelona, 25 oct (Jose Oliva / EFE)