En Los reyes de lo cool, la precuela de Salvajes, Don Winslow nos presenta a Ben, Chon y O (Ofelia), tres amigos que viven a tope en Laguna Beach. Estamos en 2005, al sur de California. Chon es un tipo duro, marine de profesión, que espera ser enviado a Irak en cualquier momento; Ben es un pacifista acérrimo defensor del medio ambiente, y O es la amante de los dos.
Con las semillas que Chon trae de Afganistán y los conocimientos en biología de Ben, los dos jóvenes montan un floreciente negocio de cultivo y venta de marihuana. A partir de entonces se verán envueltos en problemas con un cártel mexicano que pretende chantajearlos.
Por otro lado, Winslow también nos transporta a finales de los sesenta para explicarnos la vida de esas generaciones anteriores a los protagonistas y a través de ellas nos adentramos en una California casi mítica en la que somos testigos de los orígenes del tráfico de drogas y sus conexiones con los cárteles mexicanos.
Bajo un título —homenaje al mítico e inolvidable actor Steve McQueen (King of Cool)— que a priori parece desacertado pero a medida que avanzamos en la lectura del libro descubrimos que no lo es tanto, se esconde la última novela de Don Winslow, autor que nos sorprendió con la brutal e imprescindible El Poder del Perro y que es noticia estos días en la prensa porque en septiembre se estrena una de las varias adaptaciones de sus novelas que Hollywood está preparando (Salvajes, dirigida por Oliver Stone).
Conocemos a los tres personajes alrededor de los que gira toda la trama: Ben, Chon y O, de Salvajes, que aunque escrita antes en el tiempo es en realidad la secuela de Los Reyes de lo Cool. Secuela que el autor ambientaba en el año 2010, en mitad de una guerra por el control del narcotráfico en la frontera occidental mexico-estadounidense (San Diego-Tijuana).
En Los Reyes de lo Cool, Winslow da una nueva vuelta de tuerca a su particular universo de sol, playa y drogas y recupera a estos tres carismáticos protagonistas para situar la trama en dos períodos temporales distintos: el final de los años 60, el ocaso de la época dorada hippie y el comienzo del narcotráfico a gran escala en la costa oeste californiana; y el año 2005, en el que este par de amigos y su chica, con triángulo amoroso de por medio, se buscan una forma de vivir no exenta de riesgos.
Similar a Salvajes, el que haya leído la secuela no se sorprenderá por el muy cinematográfico estilo del autor, con ausencia de descripciones, diálogos cortos y muy directos y la omisión total de adornos en fondo y en la forma. Quien se acerque por primera vez a Winslow descubrirá a un tipo que rompe con todos los moldes de la novela policíaca tal y como la conocemos para al final conseguir (y ese es su mayor mérito) un resultado excelente pues nos encontramos ante una novela de gánsters clásica pero rompedora, atractiva, muy adictiva e inolvidable.
Lo peor: Lo habitual en el caso del neoyorquino, la historia y la ambientación son demasiado locales, demasiado americanas, exageradamente californianas.
Lo mejor: Excesiva, muy directa, muy cinematográfica, se devora en apenas unas horas, resulta muy entretenida y es de esas novelas que comienzas a leer con la impresión de que será una lectura de verano, fácil y rápida, y cuando días después de haberla terminado no se te va de la cabeza, descubres que es un libro mucho más profundo de lo que parece.
Winslow nos ofrece un explosivo cóctel mezcla entre un guión de película de gánsters y una novela negra. Merece mucho la pena ir avanzando en la lectura para descubrir (no queremos destripar nada) la forma tan hábil con que el autor enlaza esta con algunas de sus otras novelas. Y es que, al final de la lectura, a quien escribe le asaltó la duda de lo que hubiera podido ser si en lugar de narrar 3 historias (en otros 3 libros anteriores) y conectarlas en este, lo hubiera hecho en un único volumen, al estilo de El Poder del Perro. Quizá estaríamos hablando de un libro incluso superior y por qué no, de un clásico moderno, auténtico renovador del género.
Lo que sí queda fuera de toda duda es el atrayente universo propio que Winslow ha imaginado para sus novelas, lo tiene todo: personajes sólidos, ambientación soberbia, escenarios exóticos, etc.
Una última advertencia, si comienzan con Los Reyes de lo Cool se verán obligados a ampliar la bibliografía de un autor genial, imprescindible.
Nota: 8
Los reyes de lo cool en Quelibroleo
Libros de Don Winslow
José Luis Ramírez C.
Quelibroleo.com
Me dan ganas de leerla pero ya, mi primera novela leída fue «El padrino», pero la que en realidad me cambió por dentro fue «Los tontos mueren «también de Mario Puzo, una garrulica de Murcia que pasa de «Los cinco» de Gnu Bulton a las chaquetas las vegas ganador y el «combate» que pedía uno de los protagonistas de los tontos(Culli) como servicio de habitaciones. Pues que me encantó y después cogía a Cela o el realismo mágico de García Márquez que compartían estantería y no podía con ellos.
Gracias. ya tengo dos nuevos libros y un nuevo autor que seguir y leer, no como otras, je,je.