Madrid, 4 ago (EFE).- La Obra Poética Completa del leonés Antonio Colinas, 45 años de recorrido creativo que aún continúa, se publica ahora por la mítica editorial del Fondo de Cultura Económica en América Latina, una región donde la poesía se vive de forma apasionada y cuyos lectores son «el futuro», según el autor.
«Para los poetas que nos formamos en España en esa época, la editorial del Fondo de Cultura Económica, como Losada o las del Sur, fueron una verdadera escuela, no solo por la poesía que nos llegaba sino también por las publicaciones de ensayos, de historia, de antropología. A través de estos libros conocimos América, tanto la precolombina como la colonial», explica a Efe Colinas.
Pero este bello volumen, publicado en España hace unos meses, también ha contado para su edición con la colaboración del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México. Una publicación que es toda una oportunidad para llegar a unos lectores de un continente que viven la poesía de forma apasionada y que son «el futuro», en opinión de Antonio Colinas (La Bañeza, León, 1946).
«Como he afirmado en otras ocasiones, la esperanza o el ‘mundo nuevo’ de la poesía en español puede estar en América. En Europa hemos ‘intelectualizado’ excesivamente la poesía, hemos derivado en las últimas décadas hacia una poesía más fría y más plana, más hueca; por eso el vigor y la riqueza expresiva siguen brillando ejemplarmente para nosotros al otro lado del océano», explica el poeta y traductor.
Premio Nacional de la Crítica y Nacional de Castilla y León, además de Premio Nacional de Traducción en Italia por verter al castellano la poesía completa de Salvatore Quasimodo, Colinas participó en la Feria del Libro de Guadalajara (México), el pasado mes de noviembre y pudo comprobar el buen estado del que goza este género literario en ese territorio.
«El humanismo con el que se vive allí la poesía es admirable. Esa fusión entre poesía y vida, entre experiencia de ser y experiencia de escribir es para mí primordial, ineludible en el poeta», subraya.
La Obra Poética Completa de Antonio Colinas, que en España ha publicado Siruela, reúne 16 libros y dos manuscritos rescatados, ampliados y pulidos: «La viña salvaje», que el creador compuso en 1972, y «El laberinto invisible», que cierran este volumen con los últimos poemas inéditos del escritor, algunos de ellos compuestos en su último viaje a China, país en el que engendró su libro, «La simiente enterrada», un texto a caballo entre el diario, la reflexión y los aforismos.
El volumen se abre con «Poemas de la tierra y la sangre» su primer libro temprano, de 1967, junto con «Preludios a una noche total» y siguen los títulos «Truenos y flautas en un templo» (1968-1970), «Sepulcro en Tarquinia (1970-1974), «La viña salvaje», «Astrolabio» (octubre, 1975-junio 1979) y «En lo oscuro» (1980).
Además, se incluye «Noche más allá de la noche» (1980-1981), «Jardín de Orfeo» (1984-1988), «La muerte de armonía» (1990), «Los silencios de fuego»(1988-1992), «Libro de la mansedumbre» (1993-1997), «Tiempo y abismo (1990-2002), «Desiertos de la Luz» (2004-2008) y «El laberinto invisible» (2011).
El libro ofrece también una introducción del propio poeta bajo el título «Un círculo que se cierra, un círculo que se abre», en la que explica su sentir poético y el recorrido vital y estético de toda su poesía, además de una bibliografía esencial.
Admirador de poetas de América Latina como César Vallejo, Pablo Neruda, Octavio Paz, Jaime Sabines, Efraín Huerta o Pacheco y de poetas jóvenes -entre ellos muchas voces de mujer, que dice «seguir mucho»-, en la poesía de Colinas hay fuertes aromas de Hölderlin, Juan Ramón Jiménez, Rilke, Machado, Vicente Aleixandre, o de Montaigne, Homero, Jung o Cervantes.