Hay libros muy conocidos y que nunca nadie ha logrado leer porque no existen. Se trata de libros mencionados en otros libros con una exactitud y seguridad que más de una vez han surgido verdaderos conflictos ante su autenticidad. Estos libros merecen un sitio porque conforman una biblioteca imaginaria digna de formar parte de la Biblioteca perdida de Alejandría, de la Atlántida o incluso de la Biblioteca de Babel antes de la expansión de los hombres por toda la tierra.
Son libros que superan la ficción y también la imaginación y que atormentan a cualquier buen lector que se precie, porque si un autor es capaz de citar un libro dentro de su obra, ¿qué le impide hacerlo real?
1. El cuento número trece, de Vita Winter. Se cita en otro libro que lleva el mismo título y donde la autora real, Diane Setterfield, nos narra las peripecias de una librera que recibe el encargo de escribir la biografia de una escritora tan magnífica como enigmática. En el libro podemos leer el cuento en cuestión titulado El hijo de la Cenicienta.
Imagina esto. Un muchacho y una muchacha; él rico, ella pobre. Casi siempre es la muchacha la que no tiene dinero y así ocurre en la historia que estoy contando. No hizo falta que hubiera un baile. Un paseo por el bosque bastó para que ellos dos se cruzaran en sus respectivos caminos. Hubo una vez un hada madrina, pero el resto de ocasiones no apareció. Esta historia trata de una de esas ocasiones. La calabaza de nuestra muchacha es solo una calabaza, y la muchacha se arrastra hasta su casa después de medianoche con sangre en las enaguas, violada. Al día siguiente no habrá un lacayo en la puerta con zapatillas de piel de topo. Ella lo sabe. No es tonta. Pero está embarazada A medio camino de un sendero de un jardín en el que no ha estado antes, hambrienta y muerta de frío, la niña de repente se da cuenta de que está sola. Detrás de ella está la puerta del jardín que lleva al bosque. Está entornada. ¿Sigue su madre ahí, detrás de la puerta? Delante de ella hay un cobertizo que, para su mente infantil, tiene el aspecto de una casita. Un lugar donde podría refugiarse. Quién sabe, puede que dentro hasta haya algo de comer.
¿La puerta del jardín o la casita?
¿Puerta o casa?
La niña duda.
Duda…
2. El nombre de la rosa de Umberto Eco se habla de un libro supuestamente perdido durante la Edad Media y que conocen algunos monjes de la abadía que Guillermo de Baskerville y el -entonces- joven narrador- Adso de Melk visitan para resolver un misterio. El bibliotecario de la abadía, Jorge de Burgos -inspirado en Borges- niega rotundamente su existencia y también manifiesta su repulsión hacia la risa. El libro es Segundo libro de Poética, de Aristóteles y trata sobre la comedia y la poesía yámbica. A lo largo de la obra asistimos a la lectura de este libro que tiene las páginas envenenadas y que ha provocado la muerte de varios monjes que han deseado leerlo.
No, sin duda. La risa es debilidad (…) Pero la risa sigue siendo algo inferior, amparo de los simples (…) Pero aquí, aquí… -y Jorge golpeaba la mesa con el dedo, cerca del Libro-, aquí se invierte la función de la risa, se la eleva a arte, se le abren las puertas del mundo de los doctos, se la convierte en objeto de filosofía, y de pérfida teología.
3. El Necromicón, de Abdul Alhazred. Se trata de un libro mágico y aparentemente ficticio, aunque algunos se empeñan en decir que existe, que se nombra en el cuento El sabueso (1922), del autor de ciencia ficción y de terror H. P. Lovecraft. En otros libros de este mismo autor -Lovecraft, no Abdul- se menciona de nuevo por algunos personajes que afirman haberlo leído. Los lectores de este libro pueden acceder a saberes que les permiten contactar con seres sobrenaturales, pero su lectura puede provocar la locura e incluso la muerte.
Y así fueron castigados los Primigenios por su monstruosa rebelión contra sus Señores, [quienes desde las estrellas] vigilan con cautela eterna para que los Primigenios no se liberen de sus grilletes, aparten el Símbolo [Mayor] y se alcen para hacer estragos y alimentarse.
4. Manual práctico de apicultura, con algunas observaciones sobre la segregación de la reina, de Sherlock Holmes. Este detective de sobra conocido, bastante misántropo, adicto al opio y campeón de boxeo «escribió» algunos tratados sobre el arte de recoger miel. Podemos saber más sobre este manual en El último saludo de Sherlock Holmes cuando Holmes se retira a una granja y descubre su nueva afición a las abejas, sobre todo su fascinación por la reina.
Lo he escrito yo solo. Contemple el fruto de noches de meditación y días laboriosos, en los que vigilé a las cuadrillas de pequeñas obreras como en otro tiempo había vigilado el mundo criminal de Londres.
5 y 6. Parece ser que sir Arthur Conan Doyle no quiso provocar más conflictos entre sus retoños de papel y por eso en Estudio en escarlata. El valle del terror se cita La dinámica del asteroide, obra de James Moriarty. El brillante y cruel profesor eterno enemigo de Sherlock Holmes escribió un libro donde explica muchos de los misterios del universo a partir de complicadas fórmulas matemáticas y que el propio Sherlock Holmes no pudo evitar elogiar. Otro libro publicado por Moriarty es El binomio de Newton.
En Dinámica del asteroide se dice:
¿No es el aclamado autor de «Las dinámicas de un asteroide» Un libro que asciende a tan raras cuestiones de matemáticas pura, que se dice que no hay individuo en la prensa que científica capaz de criticarlo? ¿Es este un hombre que delinque? ¡Doctor mal hablado y profesor calumniado, esos serían sus verdaderos roles! Eso es ser un genio, Watson.
7. En 1984, de George Orwell, se habla de un libro prohibido escrito por Emmanuel Goldstein, un personaje ficticio considerado por los líderes políticos como la encarnación del mal. En esta inquietante distopía, Orwell nos habla de «El Gran Hermano» que vigila constantemente a los ciudadanos. Goldstein es el autor de la Teoría y práctica del colectivismo oligárquico o El libro.
El libro le fascinaba o, más exactamente, lo tranquilizaba. En cierto sentido, no le enseñaba nada nuevo, pero esto era una parte de su encanto. Decía lo que el propio Winston podía haber dicho, si le hubiera sido posible ordenar sus propios pensamientos y darles una clara expresión. Este libro era el producto de una mente semejante a la suya, pero mucho más poderosa, más sistemática y libre de temores. Pensó Winston que los mejores libros son los que nos dicen lo que ya sabemos. Había vuelto al capítulo 1 cuando oyó los pasos de Julia en la escalera.
Se levantó del sillón para salirle al encuentro. Julia entró en ese momento, tiró su bolsa al suelo y se lanzó a los brazos de él. Hacía más de una semana que no se habían visto.
—Tengo el libro —dijo Winston en cuanto se apartaron.
8. El pez dorado secreto, de D.B. Caulfield. En El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger tiene como protagonista principal a un joven estudiante desncantad de todo y llamado Holden Caulfield que afirma que su hermano es un notable escritor. En El pez dorado secreto encontramos un joven que se niega a que otra persona mire su pez. Más adelante sabemos que D.B. optó por abandonar la escritura de libros, <la verdadera literatura> para escribir guiones en Hollywood a escribir guiones.
Cuando vivía en casa era sólo un escritor corriente y normal. Por si no saben quién es, les diré que ha escrito El pececillo secreto, que es un libro de cuentos fenomenal. El mejor de todos es el que se llama igual que el libro. Trata de un niño que tiene un pez y no se lo deja ver a nadie porque se lo ha comprado con su dinero. Es una historia estupenda. Ahora D.B. está en Hollywood prostituyéndose. Si hay algo que odio en el mundo es el cine. Ni me lo nombren.
9. A muchos les gustaría contar con la ayuda de La guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams que comparte título con la obra de este autor real. La guía del autoestopista galáctico es un manual multimedia con mucho éxito de ventas en toda la galaxia y que resulta imprescindible para viajar por el espacio. De tono irónico y a veces crítico, se cuenta cómo unos alienígenas pretenden demoler la Tierra para construir una autopista hiperespacial. Para facilitar las cosas, ofrecen información sobre este planeta que desconoce y que califican de forma muy breve como:
Fundamentalmente inofensiva.
10. En el libro de relatos Ficciones de Jorge Luis Borges se citan otros muchos libros que en realidad no existen. Pero es en el cuento El libro de arena, del mismo Borges donde encontramos muchos más datos de otro libro también titulado: El libro de arena. Esta obra en cuestión es de extensión ilimitada, sus páginas no siguen un orden lógico y al leerlas desaparecen. Se le llama de arena porque no tiene principio ni fin y se convierte en la obsesión del protagonista de la historia.
– No sólo vendo biblias. Puedo mostrarle un libro sagrado que tal vez le interese. Lo adquirí en los confines de Bikanir.
Abrió la valija y lo dejó sobre la mesa. Era un volumen en octavo, encuadernado en tela. Sin duda había pasado por muchas manos. Lo examiné; su inusitado peso me sorprendió. En el lomo decía Holy Writ y abajo Bombay.
– Será del siglo diecinueve – observé.
– No sé. No lo he sabido nunca – fue la respuesta.
Lo abrí al azar. Los caracteres me eran extraños. Las páginas, que me parecieron gastadas y de pobre tipografía, estaban impresas a dos columnas a la manera de una biblia. El texto era apretado y estaba ordenado en versículos. En el ángulo superior de las páginas había cifras arábigas. Me llamó la atención que la página par llevara el número (digamos) 40.514 y la impar, la siguiente, 999. La volví; el dorso estaba numerado con ocho cifras. Llevaba una pequeña ilustración, como es de uso en los diccionarios: un ancla dibujada a la pluma, como por la torpe mano de un niño.
Fue entonces que el desconocido me dijo:
– Mírela bien. Ya no la verá nunca más.
11 y 12. Vacío perfecto, de Stanislaw Lem es una recopilación de reseñas de libros nunca escritos. En el libro podemos encontrar desde una novela escrito con negaciones hasta un tratado de ética aplicada a la inteligencia artificial. Así como también la propuesta de un sistema con el cual los lectores pueden alterar a voluntad la trama de novelas famosas. Otro libro del mismo autor es Provocación, donde habla del libro Un minuto humano, un complejo documento estadístico que se propone representar:
Lo que todo el mundo está haciendo simultaneamente durante un minuto.
13. El hombre en el castillo, Philip K. Dick se menciona el libro distópico La langosta se ha posado, del autor Hawthorne Abdensen. Nos encontramos con una doble trama. En el libro «real» los nazis han ganado la Segunda Guerra Mundial y entre otras cosas han convertido el mar Mediterráneo en una tierra seca para cultivar. En el libro «no real» Inglaterra ha ganado a los nazis y se convierte en la primera superpotencia mundial.
No comprendía, sobre todo, el desamparo del hombre. Soy débil, pequeño, una entidad insignificante en la vastedad del universo. El universo no advierte mi presencia, soy invisible. ¿Y por qué corregir esta situación? Los dioses destruyen todo lo que ven. Si uno admite la propia pequeñez escapa a los celos de los grandes.
14. El libro de los Registros (de Gondor) y El Pergamino de los Reyes son dos libros mencionados en El señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien y que aparecen en los apéndices del libro. Se trata de: <una serie de historias cortas sobre su legendarium, cronologías,
genealogías y notas sobre las
lenguas ficticias del libro.
Estos Apéndices reúnen y ordenan
en un «tour de force» imaginativo la
información que no tuvo cabida en el
desarrollo de la narrativa, y que
aclara o muestra de un modo nuevo la historia, usos y costumbres de los
pueblos de la Tierra Media.>.
En el primero de los libros: «El libro de los registros (de Gondor)» se dice:
Se ha afirmado que la Tercera Edad terminó cuando los Tres Anillos desaparecieron en septiembre de 3021, pero a los
efectos de los registros de Gondor, el año 1 de la C.E. empezó el 25 de marzo de 3021.
En otros de los libros: «El Pergamino de los Reyes» podemos leer:
Gollum deja Mordor. Aragorn lo atrapa en las Ciénagas de los Muertos, y lo llevan a Thranduil en el Bosque Negro. Gandalf visita Minas Tirith y lee el pergamino de Isildur.
15. En la saga Dune, de Frank Herbert se habla de La Biblia Católica Naranja. Se le da el tratamiento de un libro muy antiguo que los habitantes de un futuro lejano gustan de leer. Este nuevo mundo está gobernado por un sistema galáctico feudal donde tecnología, tradición y misticismo conviven con los viajes espaciales y con las mentes humanas tan potentes que superan a las máquinas que los quieren esclavizar.
Puso un objeto sobre la mesa, entre ellos dos: negro, oblongo, no más largo que la última falange del pulgar de Paul.
Paul lo observó. Yueh notó que el muchacho no hacía el menor gesto para tocarlo y pensó: Es cauteloso.
– Es una viejísima Biblia Católica Naranja hecha para viajeros espaciales. No es un librofilm, sino que está impresa en papel finísimo. Posee su dispositivo de aumento y un sistema de carga electrostática. –Lo tomó para mostrárselo-. La carga la mantiene cerrada, atrayendo entre sí las tapas. Pulsando con el dedo en el lomo… así, las páginas seleccionadas por uno se repelen y el libro se abre.
– Es muy pequeña.
– Pero tiene mil ochocientas páginas. Pulsad con el dedo… así, eso es… y la carga hace girar las páginas a medida que vais leyendo. No toquéis nunca las páginas con los dedos. La trama del papel es muy delicada. –Cerró el libro y se lo tendió a Paul-. Tomad.
16. En La vida nueva, de Orhan Pamuk, los protagonistas no pueden evitar que su vida de un giro radical tras la lectura de un libro La vida nueva -que comparte título con el otro donde se cita. Se trata de un misterioso libro que tiene el poder de provocar en todas las personas que lo leen un corte con la realidad. Los lectores rompen todo vínculo con el presente y solamente ansían encontrar lo que promete el libro que, por otra parte, es del todo inalcanzable y parece formar parte de un macabro juego donde nada es lo que parece.
Un día leí un libro y toda mi vida cambió. Ya desde las primeras páginas sentí de tal manera la fuerza del libro que creí que mi cuerpo se distanciaba de la mesa y la silla en la que estaba sentado. Pero, a pesar de tener la sensación de que mi cuerpo se alejaba de mí, era como si más que nunca estuviera ante la mesa y en la silla con todo mi cuerpo y todo lo que era mío y el influjo del libro no solo se mostrara en mi espíritu, sino también en todo lo que me hacía ser yo. Era aquel un influjo tan poderoso que creí que de las páginas del libro emanaba una luz que se reflejaba en mi cara: una luz brillantísima que al mismo tiempo cegaba mi mente y la hacía refulgir. Pensé que con aquella luz podría hacerme de nuevo a mí mismo, noté que con aquella luz podría salir de los caminos trillados, en aquella luz, en aquella luz sentí las sombras de una vida que conocería y con la que me identificaría más tarde.
17. En Nana, de Chuck Palahniuk el autor trata de expresar su punto de vista de diferentes sentimientos como expresar varios sentimientos como la violencia, la impotencia ante la muerte, el dolor de la pérdida, la ética, el consumismo, la ecología, la magia, la soledad y también sobre el deseo de matar a determinadas personas, etc. Y también cita una recopilación de poemas infantiles -jamás escrito- de origen africano y donde aparece una canción de cuna, una nana, con la capacidad de causar la muerte a quien la escucha.
La sinopsis del libro -escrito por Palahniuk- es muy sugerente:
A Carl Streator le han encargado una serie de artículos sobre la muerte súbita infantil, algo que le resulta familiar pues él mismo perdió a su hijo en circunstancias extrañas. Tan extrañas como que en todas las casas donde ha muerto un bebé hay un ejemplar de una antología de poemas africanos que contiene una nana letal. El periodista, una agente inmobiliaria, su secretaria y el novio de esta emprenderán un hilarante viaje a la caza de todos los ejemplares del libro, incluido el que ahora usted sostiene en sus manos…
18. Los papeles de Aspern, de Henry James habla del poeta romántico ficticio Jeffrey Aspern es autor de. El protagonista es un crítico literario y editor que pretende recuperar unas cartas que pertenecían a Aspern. Cuando descubre que las tiene una de sus musas que vive en Venecia se traslada hasta esta bella ciudad.
-¿No vende los libros que escribe?
-¿Quiere decir si la gente los compra? Algo… muy poco. Mucho menos de lo que yo quisiera. Escribir libros, a menos que se sea un genio (¡y ni aun en ese caso!) es el último camino para llegar a la fortuna. Creo, además, que ya no es posible ganar dinero con la buena literatura.
-Tal vez no elige temas hermosos. ¿Sobre qué escribiré?-preguntó ella implacable.
-Sobre los libros de otros autores. Soy crítico, comentarista, historiador en pequeña escala repuse. Y me pregunté lo que iría a suceder.
19. Posesión, de A.S. Byatt habla de un estudioso de literatura inglesa llamado Roland Mitchell que encuentra dos cartas sin terminar escritas por el poeta Randolph Henry Ash dirigidas a una mujer anónima. Roland investiga y descubre que la destinataria es una poetisa victoriana llamada Christabel LaMotte que en la actualidad es alabada por feministas y lesbianas. Roland continua investigando con la ayuda de Maud Bailey, una joven especializada en LaMotte. Ambos están convencidos que este hallazgo puede darles muchos beneficios. Los dos escritores: Ash y LaMotte son fictcios pero eso no es suficiente para que los dos protagonistas encuentren multitud de escritos que les pertenecen como manuscritos, libros, diarios personales, etc.
-Así que cuesta… -Dio la vuelta al libro buscando en vano una etiqueta con el precio-. A ver… -Miró la primera página y luego la última-. Es un libro de segunda mano.
-Y muy bien conservado. ¿Estaría de acuerdo con…, digamos …, cien euros? Al fin y al cabo está firmado por la autora.
20. El prisionero de cielo, de Carlos Ruíz Zafón atribuye la autoría de este libro a Julián Cárax. Así pues, El prisionero del cielo es un libro de autor ficticio pero no inexistente puesto que lo podemos leer. El personaje de ficción David Martín es apodado por todos como «el Prisionero del cielo» y mientras está encarcelado escribe la obra que Mauricio Valls, el cruel regente de la prisión, no tiene el talento para escribir.
– ¿Que el destino no hace visitas a domicilio, que hay que ir a por él?
21. Roberto Bolaño en 2666, habla de un autor ficticio llamado Benno von Archimboldi y que escribe El Padre. De este escritor ficticio se habla en la quinta y última parte del libro donde se tratan además otros temas como los escritores anónimos y el mercado editorial de libros, y también se habla de la historia de Alemania y de la Unión Soviética durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial. En otros libros del escritor chileno Bolaño el mismo Archimboldi se le atribuyen más de una decena de libros.
Una mujer que a pesar de los años conservaba intacta su determinación, una mujer que no se aferraba a los bordes del abismo sino que caía al abismo con curiosidad y elegancia. Una mujer que caía al abismo sentada.
22. En Los detectives salvajes, de Antonio Bolaño, se habla de la poetisa Cesárea Tinajero es una poetisa que tres personas bastante peculiares y un tanto desequilibradas buscan durante las más de seiscientas páginas del libro. Cesárea es un poetisa mexicana vanguardista, entrada en años, y considerada la fundadora del movimiento Real Visceralista.
El ruido del agua me hizo dar un salto y entonces pensé que estaba perdida. Pensé: pese a toda mi astucia y a todos mis sacrificios estoy perdida. Pensé: qué acto poético destruir mis escritos. Pensé: mejor hubiera sido tragármelos, ahora estoy perdida. Pensé: la vanidad de la escritura, la vanidad de la destrucción. Pensé: porque escribí, resistí. Pensé: porque destruí lo escrito me van a descubrir, me van a pegar, me van a violar, me van a matar. Pensé: ambos hechos están relacionados, escribir y destruir, ocultarse y ser descubierta.
23. Si una noche de invierno un viajero, de Italo Calvino, un libro se hablan de varios libros que cree que se han añadido por error dentro de otra obra. Con la convicción que un libro lleva a otros, el personaje principal, el Lector, realiza un viaje trepidante y no exento de peligros para conseguir leer el libro inacabado que se encuentra dentro de otro que compró. En esta búsqueda desenfrenada encuentra a otra Lectora empedernida y en su camino se suceden otros diez libros interrumpidos, sin terminar, que los dos desean leer a toda costa. De este modo, los dos lectores pasan a ser personajes llevando a cabo el sueño de todo buen lector al intentar encontrar los libros completos, buscar el autor y desentrañar el misterio de la persona que está detrás de este juego. Algunos de los títulos son: Si una noche de invierno un viajero, del mismo Italo Calvino y Fuera del poblado de Malbork, del autor ficticio polaco Tazio Bazakbal.
Al día siguiente, apenas tienes un momento libre, corres a la librería, entras en la tienda extendiendo el libro ya abierto y señalando con el dedo una página, como si por sí sola bastase para hacer evidente el descompaginamiento general.
—¿Sabe lo que me ha vendido?… Mire… Justamente en lo mejor…
El librero no se inmuta.
—Ah, ¿también a usted? Ya he tenido varias reclamaciones. Y esta misma mañana me ha llegado una circular de la editorial. ¿Ve? «En la distribución de las últimas novedades de nuestro catálogo, una parte de la tirada del volumen Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino salió defectuosa y debe ser retirada de la circulación. Por un error de la encuadernación, los pliegos de imprenta de dicho volumen se han mezclado con los de otra novedad, la novela polaca Fuera del poblado de Malbork de Tazio Bazakbal.
APORTACIONES DE LOS LECTORES
24. El rey de Amarillo, Robert W. Chambers. En «El Rey de Amarillo. Relatos macabros y terroríficos» –título que hace referencia a una obra imaginaria, El Rey de Amarillo cuya lectura provoca estupor, locura y tragedia espectral, y de la que el Necronomicón lovecraftiano es deudor– hemos seleccionado los cinco relatos de corte fantástico de la colección original (dejando de lado los que no lo son): “La máscara”, “En el Pasaje del Dragón”, “El Reparador de Reputaciones”, “La demoiselle d’Ys” y, el más famoso, “El Signo Amarillo” –obra maestra del cuento macabro de suspense, con un final escalofriante– . El volumen se completa con “El Creador de Lunas” y “Una velada placentera”, procedentes de «The Maker of Moons» (1896); y “El Emperador Púrpura”, “El Mensajero” y “La Llave del Dolor”, de «The Mystery of Choice» (1897). En estos relatos, precursores de los Mitos de Chtulhu, se respira una atmósfera eminentemente pesadillesca, alucinatoria y onírica. «El Rey de Amarillo. Relatos macabros y terroríficos» invoca un mundo de caos y perdición, fascinante y repugnante al tiempo, que nos recuerda algunas obras de Meyrink e incluso del propio Kafka.
25. El extranjero, Albert Camus. Novela con cuya publicación saltó a la fama en 1942, tiene como referencia omnipresente al periodista Meursault, su protagonista, a quien una serie de circunstancias conduce a cometer un crimen aparentemente inmotivado. El desenlace de su proceso judicial no tendrá más sentido que su vida, corroída por la cotidianidad y gobernada por fuerzas anónimas que, al despojar a los hombres de la condición de sujetos autónomos, los eximen también de responsabilidad y de culpa. Este periodista da cuenta de sus reflexiones por escrito.
26. El atlas de las nubes, David Mitchell. El atlas de las nubes es una novela que da la vuelta al mundo y recorre desde el siglo xix hasta un futuro apocalíptico, a través de seis historias entrelazadas. El relato se abre en 1850 con el regreso del notario estadounidense Adam Ewing desde las islas Chatham a su California natal. Durante el viaje, Ewing traba amistad con un médico, el doctor Goose, que comienza a tratarle de una extraña enfermedad causada por un parásito cerebral… Repentinamente, la acción se traslada a 1931 en Bélgica, donde Robert Frobisher, un compositor bisexual que ha sido desheredado, se introduce en el hogar de un artista enfermizo, su seductora esposa y su núbil hija… De ahí saltamos a la Costa Oeste en la década de los setenta, cuando Luisa Rey destapa una red de avaricia y crimen que pone en peligro su vida… Y, del mismo modo, con idéntica maestría, viajamos a la ignominiosa Inglaterra de nuestros días, a un superestado coreano del futuro próximo regido por un capitalismo desbocado y, finalmente, a Hawai, a una Edad de Hierro post-apocalíptica que corresponde a los últimos días de la historia.Sin embargo, la historia tampoco termina ahí. La narrativa vuelve, como si de un bumerán se tratara, en el tiempo y en el espacio hasta el punto de partida recorriendo, en sentido inverso, la trayectoria trazada. Durante la travesía, Mitchell va revelando los lazos que unen a personajes tan distintos, el modo en que se entrecruzan sus destinos y la forma en la que sus almas se desplazan a través del tiempo como las nubes por el horizonte. David Mitchell, es un visionario posmoderno que se mueve con maestría por una multiplicidad de estilos y sabe combinar a la perfección los ingredientes básicos de la novela de aventuras con una debilidad muy nabokoviana por el puzzle, un ojo clínico para retratar a los personajes y un gusto por la reflexión filosófica y científica en la línea de Umberto Eco, Haruki Murakami y Philip K. Dick. En este libro se incluyen algunas páginas dispersas del Diario del Pacífico (ficticio) del supuesto autor Adam Ewing.
Valencia, 6 sep. (Àngels S. Amorós, Quelibroleo)
El rey de Amarillo, de el mismo nombre , que es ademas el hilo conductor de las historias que conforman esta recopilacion de Robert William Chambers,
En El Extranjero de Albert Camus tambien se menciona alguno cuyo nombre y autor no recuerdo
En el Atlas de las Nubes se menciona e incluyen paginas sueltas de » Diario del Pacifico » de Adam Ewing
Muchas gracias, Eduardo.