El incierto futuro digital de las pequeñas editoriales

El incierto futuro digital de las pequeñas editoriales

Las pequeñas y medianas editoriales españolas afrontan con «desasosiego» la necesaria transformación que les plantea el mundo digital, ya que el libro electrónico y sus prácticas comerciales «parecen escapar» a su control por sus limitaciones técnicas frente a «gigantes» del mercado como Amazon.

Así se pone de manifiesto en un estudio presentado hoy por el Laboratorio del Libro, a partir de un centenar de encuestas realizadas a especialistas y agentes del mundo del libro sobre las cuestiones que más preocupan al sector.

En una mirada autocrítica por la «clara limitación tecnológica» para posicionarse y vender en la red, los encuestados han puesto de manifiesto el temor a invertir en la producción digital, acompañado de la incertidumbre de su uso real entre la población y «del desconocimiento del coste que los usuarios estarían dispuestos a pagar para combatir la temida piratería».

Según ha explicado la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Elea Jiménez, durante la presentación del informe dentro de la Feria del Libro de Madrid, los resultados muestran que «no hay una apuesta clara por la transformación necesaria para integrarse de lleno en el escenario digital».

Por el contrario, la adaptación al nuevo escenario es «expectante y al socaire» de lo que hagan las grandes editoriales.

El sector del libro, explica el informe, teme los efectos de las descargas ilegales y el alto precio de los derechos de autor, a lo que se suma un cierto desconocimiento de las demandas de contenidos de los lectores y la fiscalidad desigual respecto de los proveedores extranjeros.

Edición digital, márquetin editorial, visibilidad en redes sociales, comercio electrónico o plataformas de distribución virtual son algunos de los retos que afrontan las pequeñas y medianas empresas y ante los que este estudio apunta a una serie de servicios transversales que permitieran formar profesionalmente a empleados editoriales o externalizar algunas tareas.

Así, según ha puesto de manifiesto la investigadora del CSIC, los recursos personales, tecnológicos y materiales que precisa el nuevo entorno digital podrían ser ofertados por empresas de servicios que ofrezcan asesoramiento y soporte compartido para pequeños y medianos negocios.

Los encuestados están convencidos de que la profesionalización y la competitividad resultan fundamentales para fortalecer y potenciar el mercado iberoamericano de la edición y de que el potencial de la edición en español es un activo insuficientemente desarrollado, ha señalado la también investigadora del CSIC Pura Fernández.

En lo que no están de acuerdo es sobre si la revisión del precio fijo de los libros dinamizaría el mercado de la edición: un 56 % considera que sí, frente al 46 % que lo niega. Y entre estos últimos, la preocupación mayoritaria se divide entre dos posibles efectos: la desaparición de las librerías frente a las grandes superficies y el freno a la diversidad cultural ante la falta de competitividad de las editoriales pequeñas y minoritarias.

La sobreproducción de títulos en el mercado nacional (más de 60.000 en 2012) es otro de los aspectos destacados por el estudio, que pone también de manifiesto una clara preocupación por la falta de adecuación de la oferta del mercado del libro en España a los cambiantes hábitos de los lectores, «poco analizados y conocidos».

El Laboratorio del Libro nació el pasado mes de octubre de la mano de un grupo de profesionales, una iniciativa pionera en España que quiere ser un espacio de investigación y debate en busca de respuestas «innovadoras» para afrontar el cambio digital y la crisis estructural y económica.

Madrid, 3 jun (EFE)

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